Belmonte: "Este oro representa lo que he soñado toda mi vida"

Apenas un cuarto de hora después de <strong>hacer historia con su oro olímpico en 200 mariposa</strong>, Mireia Belmonte se presentó de manera fugaz ante la prensa escrita española cuando todavía estaba en una nube.

"Estoy muy contenta, de verdad. He trabajado mucho para esto. Estoy muy nerviosa, no sé qué hacer ni qué decir", exclamó con una media sonrisa mientras trataba de aguantar unas lágrimas que ya habían brotado ampliamente.

"Ha sido todo muy rápido. He conseguido algo con lo que he soñado toda la vida e imaginad cómo estoy. Ahora vengo... me tengo que ir", añadió antes de marcharse con dirección a la entrega de premios.

Por segunda vez en la historia, el himno español sonó en la piscina de natación de unos Juegos Olímpicos. Después, más tranquila, Mireia Belmonte se explayó en la Sala de Conferencias en una rueda de prensa junto a sus dos acompañantes en el podio.

"Este oro significa todo lo que he soñado toda mi vida, lo tengo aquí ahora y es muy especial. Lo he conseguido gracias a todos los que están conmigo cada día. Estoy muy contenta, muy orgullosa y ahora a pensar en 800 libres (nadará la segunda serie de calificación). Son muchos días de trabajo, a veces piensas que no vale la pena o no estás muy contenta, pero como tienes un objetivo claro, sigues trabajando cada día y al final te llega la recompensa", explicó Belmonte.

"Ha sido un día difícil, porque cuando tienes una final olímpica cuesta no ponerse nerviosa y no soñar en lo que puede pasar. Hay que controlar muchos nervios y muchas emociones... he vivido algo muy bonito que recordaré toda mi vida", prosiguió la catalana.

En cuanto al desarrollo de la prueba, Mireia tenía muy clara la táctica que había acordado junto a su entrenador Frederic Vergnoux y la puso ejecutó a la perfección. "Sabía que el segundo 100 es mi fuerte y he decidido arriesgar desde el principio. Me ha salido bien, aunque he sufrido mucho en los últimos metros. He apretado sin mirar a los lados y he conseguido lo que buscaba", comentó.

En este sentido, recordó los problemas en los hombros que le hicieron vivir un calvario y la obligaron a renunciar a los Mundiales de Kazán del año pasado. "Desde los Juegos de Londres todo había ido bien. Hicimos un buen Mundial en Barcelona (2013) y un buen Europeo en Berlín (2014), pero el año pasado fue difícil por los hombros. Nunca había tenido una lesión tan importante y se te pasan por cabeza muchísimas cosas. Acertamos cuando decidimos no ir a Kazán, porque lo más importante eran los Juegos. Y todo el trabajo que hemos hecho junto a Fred (su entrenador) y el trabajo con Mónica (su fisio) ha dado resultado", explicó.

E insistió en lo duros que fueron esos meses. "El año pasado pensé muchos días que no me iba a recuperar y que sería muy difícil llegar bien a los Juegos, pero he llegado de la mejor manera posible. Repito que es fruto del trabajo de todo mi equipo y les doy las gracias otra vez, sobre todo a Fred, que ha sabido motivarme y aguantar. Estoy muy contenta", añadió.

Y sin apenas tiempo para celebrar un éxito que la encumbra a la cima de la historia del deporte español, Mireia volverá a zambullirse en la piscina para disputar las series de los 800 libres, donde también opta a luchar por las medallas. "Mañana será un día complicado. Hoy va a ser largo con todo lo que conlleva la ceremonia, el control antidoping, llegar a la Villa, relajarse... pero es una semana olímpica y sabemos que es difícil. Nadaré la segunda serie y después vendrán otras dos con las cabezas de serie. Será difícil, porque tendré que liderar la mía. Intentaré hacerlo lo mejor posible para meterme en la final", añadió el gran icono de la natación española.