Hatem Ben Arfa, lo que pudo ser y nunca fue

Todo aficionado del fútbol se acuerda del futbolista que ilusionaba con unas genialidades a la altura de muy pocos

Vivió una carrera futbolística llena de altibajos y con un amargo final

Hatem Ben Arfa, ese jugador que pudo ser y nunca fue

Hatem Ben Arfa, ese jugador que pudo ser y nunca fue / EFE

Clàudia Espinosa

Clàudia Espinosa

Hatem Ben Arfa es de esos jugadores que regresa a nuestras memorias cada vez que vemos alguno de los muchos vídeos que demuestran porqué estaba tocado por una varita. Pero que desafortunadamente es de aquellos casos en los que la mentalidad pudo con su enorme talento.

Aunque fuera él quien decidiera marcharse, su talento no merece caer en el olvido. Con permiso de Leo Messi, hay muy pocos jugadores capaces de hacer las genialidades que él hacía en los terrenos de juego. Y es que era un disfrute verlo jugar: Centro de gravedad bajo, conducciones largas con cambios de ritmo y con el balón siempre pegado a su bota izquierda, recortes en seco para superar a su par y un gran disparo para terminar la jugada.

MEJOR QUE BENZEMA

Su nombre empezó a darse a conocer cuando destacó en las categorías inferiores del Olympique de Lyon, donde compartía equipo con Karim Benzema. Y ambos, junto con Nasri, otro futbolista que ha caido en el olvido, fueron los grandes protagonistas de aquella Francia sub-17 que conquistó la Eurocopa en 2004 ante España. Y aunque Hatem no era consciente todavía, el mundo estaba a sus pies.

Sin embargo, tomó la primera decisión cuestionable de su carrera. Cometió la gran traición de marcharse al eterno rival, al Olympique de Marsella, en 2008. Y aunque su rendimiento era bastante irregular, su talento nato le dio la oportunidad de poner rumbo a Inglaterra y dar, por fin, el gran salto de su carrera.

Ben Arfa, durante su etapa en el Marsella

Ben Arfa, durante su etapa en el Marsella / EFE

'THE GEORDIE MESSI' INDISCIPLINADO

El Newcastle volvía a la Premier y la llegada de Hatem Ben Arfa llenaba de ilusión al aficionado 'magpie'. Llegaron incluso a apodarle 'The Geordie Messi', por su capacidad para marcar diferencias. Su fútbol siempre será bien recordado, por la magia que brindó a un equipo que terminó en media tabla y que logró clasificarse para la Europa League, pero eso no quita que se acabaran cansando de él y de su indisciplina.

Es por ello que cuando el Newcastle se sumió en una crisis institucional que concluyó en la compra del fondo de inversión saudí en 2015, Ben Arfa se marchó cedido al Hull City justo antes de quedar libre. Y no quisieron renovarle.

SU MEJOR VERSIÓN... Y SU FINAL

Volvió a Francia, donde le acogería un Niza muy necesitado que sería clave para que Ben Arfa se reencontrara con su mejor versión. Y así fue. La 2015/16 fue la mejor temporada de su carrera: anotó hasta 17 goles, repartió tres asistencias y dejó más de alguna jugada para el recuerdo.

Y el PSG de Unai Emery fue a por él para completar su renovada plantilla. Pero no volvería a ser el mismo e, incluso, muchos creen que allí se acabó la carrera de Hatem Ben Arfa. Nunca llegó a entenderse con el de Hondarribia, y llegó a ser apartado por su indisciplina.

Muchos creen que la carrera de Ben Arfa llegó a su fin cuando fichó por el PSG

Muchos creen que la carrera de Ben Arfa llegó a su fin cuando fichó por el PSG / EFE

Y a partir de ahí, nadie lo pudo 'salvar'. Encadenó varios equipos como el Rennes, el Valladolid, el Girondins de Burdeos o el Lille, pero sin éxito alguno.

El que prometía más que Karim Benzema se acabó quedando en un "lo que pudo ser y nunca fue", mientras que el delantero ha acabado entrando en los libros de historia del fútbol. Ahora, despunta en el mundo del pádel, ha disputado 70 torneos en un año y está entre los mejores 1500 jugadores de un total de 42000.