Uno de ellos volverá a tocar el cielo

El Chelsea también ganará la Eurocopa. Eso seguro. El conjunto londinense ha conseguido meter al menos a un representante en los cuatro semifinalistas de la competición. España tiene al capitán 'blue' en sus filas, un César Azpilicueta que atraviesa por su segunda juventud; Jorginho es el metrónomo de la Italia más ilusionante que se recuerda y Emerson Palmieri será titular tras la grave lesión de Spinazzola; Mason Mount encabeza la delegación de Stamford Bridge en los 'three lions' junto a Ben Chilwell y Reece James; y Andreas Christensen liderar la defensa de Dinamarca.

En total, el Chelsea ha 'colado' a siete futbolistas en las semis de la Eurocopa. Un reflejo de la gran temporada del conjunto de Londres coronada con la Champions arrebatada con justicia al Manchester City. Como mínimo uno de estos jugadores volverá a tocar el cielo y firmará un doblete para la historia.

La perseverancia de Azpilicueta

Aunque a sus 31 años no se le puede considerar un veterano, el navarro lleva 15 años jugando al máximo nivel desde sus inicios profesionales en Osasuna, el paso por el Olympique de Marsella y su asentamiento en el Chelsea, del que ha logrado ser capitán, y como tal, levantar la Champions League el pasado 29 de mayo.

El de Azpilicueta es un ejemplo de superación y constancia. Tenía una espina clavada con la selección española, con la que no había conseguido brillar al mismo nivel que sus equipos, y se le está sacando de sobras. Fue suplente y sin minutos en los dos primeros partidos, pero Luis Enrique le dio la 'alternativa' ante Eslovaquia y no la desaprovechó. El lateral diestro lo ha jugado todo desde esa tarde y frente a Croacia, contribuyó al triunfo marcando un importante gol cabeceando el centro de Ferran Torres. Su primera diana con la Roja desde que debutó en 2013.

Jorginho se juega el Balón de Oro

Jorge Luiz Frello, conocido futbolísticamente como Jorginho, nació en Santa Caterina, estado al sur de Brasil, pero su carrera profesional la arrancó en Italia muy joven, pasó por Hellas Verona y Nápoles hasta cambiar de aires y recalar en el Chelsea en 2018. Su capacidad para llevar la manija del juego y su precisión en el pase (¡frente a Bélgica completó 74 de 75!) le han llevado a ser candidato al Balón de Oro, ahora que su compañero en el centro del campo 'blue' Kanté ha quedado eliminado con Francia.

Jorginho no es el único integrante del Chelsea en la ilusionante 'azzurra'. Otro italo-brasileño, Emerson Palmieri, ha estado a la sombra de Spinazzola y solo jugó frente a Suiza, con Italia ya clasificada, pero la grave lesión en el tendón de Aquiles del 'velocista' de la Roma le abre la puerta de par en par. El lateral zurdo no fue titular en el Chelsea, tampoco lo estaba siendo con los de Mancini, pero el destino le da ahora esta oportunidad.

Mount, la estrella que se crió en Stamford Bridge

Mason Mount es un producto genuino de la cantera del Chelsea, a la que llegó con solo seis años. Suyo fue el pase a Havertz en la final de la Champions. Es un talento puro que Gareth Southgate mima y también trata de reconducir, a menudo su ímpetu le puede. Titular los dos primeros partidos, tuvo que guardar cuarentena ante la República Checa. El cambio de sistema le dejó fuera contra Alemania, pero el mediapunta recuperó su sitio en el once en la goleada a Ucrania, que se cerró con una asistencia a Henderson.

Quienes apenas están contando en esta Euro son los otros dos 'blue'. Reece James es todavía un año más joven que Mount (21 años) y tuvo su partido en el empate frente a Escocia en detrimento de un Walker que ha recuperado el puesto en el lateral diestro. Y el también defensa Chilwell no se ha estrenado. También debió aislarse antes de jugar contra los checos como contacto estrecho, lo que fue en su detrimento.

Christensen y el muro danés

Tras una temporada de altibajos en el Chelsea -fue suplente en la final de la Champions pero salió a los 37 minutos por la lesión de Thiago Silva-, Christensen es un valladar para una selección danesa que se ha rehecho de forma admirable al tremendo susto por el desfallecimiento de Eriksen y que ya recuerda a aquella que en 1992 dio la sorpresa y se hizo con el cetro continental. Por aquel entonces, Andreas solo tenía cuatro años y ya de muy joven recaló en Stamford Bridge. Fue cedido al Borussia Mönchengladbach por falta de oportunidades, brilló y regresó para quedarse.

Con la selección danesa lo juega todo y arropado por Kjaer y Vestergaard en línea de tres, Christensen, normalmente el del centro, forma un muro muy difícil de derrumbar en la selección de Kasper Huljmand. Y encima, marca golazos, como el que le endosó en la goleada a Rusia, para convertir a Dinamarca en la invitada sorpresa a estas semifinales.