Xavi 'apadrina' a Vitor Roque

Xavi Hernández ya tiene al joven goleador que esperaba para completar el ataque del Barça. El equipo azulgrana se ejercita este viernes desde las 18.00 horas en la Ciutat Esportiva y antes fue el momento para que el brasileño conociera a sus compañeros y al staff técnico, liderado por el egarense.

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Fue en los vestuarios de la Ciutat Esportiva, que Vitor Roque ya conocía del día de su llegada a Barcelona porque allí le enseñaron su taquilla, ni más ni menos que entre su compatriota Raphinha y el espejo en el que mirarse, Robert Lewandowski.

Vitor Roque entró con timidez en el 'templo sagrado' de los futbolistas, pero rápidamente recibió una cálida bienvenida. Fue saludando y abrazando, uno a uno, a sus compañeros.

Entre ellos, a Ferran Torres, Raphinha, el capitán Sergi Roberto, Ronald Araujo (en ese momento, vestido de calle), Iñaki Peña, Frenkie de Jong y Ander Astralaga.

Después, fue el turno del entrenador, Xavi Hernández, que le dio un afectuoso abrazo y le preguntó cómo estaba. El egarense ha depositado muchas expectativas en el delantero brasileño, pero también es muy consciente de que será necesario tener paciencia por parte de todos con el futbolista. Todo ello bajo la atenta mirada del delegado Carlos Naval, que este año estará ayudado por Toni Alonso.

Buenas vibraciones

Existe la sensación de que, por su manera de ser y sus características sobre el césped, Vitor Roque puede tener una integración relativamente rápida, pero a la vez, deberá superar los obstáculos de su corta edad, que es su primera experiencia europea y que no afecte de cara a la opinión pública el alto precio (30+31) pagado por él al Athletico Paranaense.

Xavi, desatado en el banquillo con Joao

El objetivo de Xavi Hernández es darle un hábitat para que se sienta a gusto y enseñarle los matices tácticos que identifican al estilo del Barça. Sin sobrepresionarle, pero exigiendo como a todo jugador azulgrana hay que exigirle, y más en un momento en el que el técnico quiere 'apretar las tuercas' a sus futbolistas porque no renuncia a ninguno de los títulos que hay en juego.