El Rock 'n' Roll conquistó Montjuïc justo antes del Clásico

Un enorme logo de los 'Rolling Stones' sobresalió en el espectacular mosaico que se vio en el Estadi Olímpic Lluís Companys en los instantes previos al arranque de un Clásico marcado por el Rock 'n' Roll tras la exitosa iniciativa del FC Barcelona.

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Aunque sí se mantuvo la mítica canción 'Highway to Hell' de AC/DC a la hora de saltrar el elenco de Xavi a calentar, después sí se pudieron escuchar algunos temas de unos Rolling Stones presentes este sábado en el palco de Montjuïc. Mick Jagger, Roonie Wood -vive en Barcelona- y Matt Clifford incrementaron todavía más el habitua caché que se respira en la zona vip del estadio.

¿Se ha instalado el nepotismo en el Barça?

En la zona del lateral se podían leer dos grandes pancartas de colores rojo y azul. La primera decía 'Força Barça', mientras que en la segunda se leía 'Let's make it legendary' (Hagámoslo legendario). Y, en medio de esas dos pancartas, una inmensa lengua colgaba desde lo más alto de Montjuïc en homenaje a la banda británica.

Acto seguido sonó, entonces sí, el himno del Barça, seguido con ímpetu y pasión por los cerca de 50.000 presentes en Montjuïc. Como suele ser habitual, se alternanon los colores rojo y amarillo de La Senyera en los goles y el azulgrana del club tanto en la tribuna como en la zona del lateral.

Hay que recordar que la iniciativa llevada a cabo es parte del acuerdo de patrocinio que el club azulgrana tiene con Spotify y que se ha plasmado en la confección de una camiseta conmemorativa que los jugadores lucen contra el Real Madrid, una elástica azulgrana con el mítico logotipo del grupo musical.

Una edición limitada de la camiseta azulgrana se puso a la venta hace diez días, a un precio de 399 euros y se agotó en cuestión de horas, también las premium firmadas por los jugadores (22) y las jugadoras (22) del primer equipo y vendidas a 2.999 euros.

El de este sábado era el primer Clásico que vivía Montjuïc. En ese mismo escenario, en el que el Real Madrid perdió una final de Copa del Rey en 2004, los blancos no jugaban desde febrero de 2009, cuando se impusieron al Espanyol por 0-2. Casi 15 años después, los blancos regresaron al Lluís Companys, donde pudieron comprobar que pese a no ser el Camp Nou, el barcelonismo le manifestó con ganas una mayúscula rivalidad.

La tensión y los nervios se palparon entre la grada y el campo desde bien pronto. Vinicius, cómo no, fue el encargado de elevar aún más las pulsaciones al enviar un balón contra la grada nada más arrancar el encuentro. Desde el gol norte le reprocharon la acción. Poco después, el brasileño encendería aún más los ánimos al situarse frente a frente con Xavi Hernández en una acción en la que el brasileño pedía una falta de Ronald Araujo.

Joan Gaspart no se lo perdió

Tras la cena de presidentes del Barça el pasado martes para unir fuerzas ante el mucho ruído que está generando el 'caso Negreira', Joan Gaspart, uno de los asistentes, quiso presenciar en el palco del Lluís Companys el Clásico. Joan Laporta, Sandro Rosell, Josep Maria Bartomeu, Enric Reyna y Joan Gaspart compartieron mesa en el conocido Hotel Majestic de Barelona para hacer 'piña'.

Además de Gaspart, en el palco también se pudo ver al seleccionador español, Luis de la Fuente, y al seleccionador belga, Roberto Martínez, que 'espió' en directo a Joao Cancelo y Joao Félix. El técnico de Balaguer ha protagonizado un arranque de récord con el combinado luso.

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Semana 'grande' para Montjuïc

Tras vivir tres partidos en los últimos siete días, Montjuïc descansará del Barça, que en los próximos 30 días solo disputará un encuentro como local: será el próximo 12 de noviembre ante el Alavés, justo antes del parón de selecciones. En la próxima jornada, los azulgranas visitan a la Real Sociedad a domicilio. A contiuación, se medirán al Shakhtar en Hamburgo. Tras el envite ante el Alavés hay parón y, al regresar, los culés visitan Vallecas el 25 de noviembre. En el último envite de noviembre, el día 28, el Barça recibirá en Montjuïc al Porto en la cuarta jornada de la fase de grupos de la Liga de Campeones, cita que podría servir para certificar matemáticamente el pase a octavos de final.