La planificación empieza ya

La configuración del equipo de esta temporada ha dejado mucho que desear. Y los resultados no dejan de ser consecuencia de esta mala planificación. Empezar el curso con cinco centrales, un lateral derecho, un pívote, un delantero centro y dos extremos no es una manera equilibrada de gestionar el curso.

Las lesiones también preocupan en el palco del Barça

Luego aparecieron los pedazos como la aparición de un nuevo delantero centro (Vitor Roque) que ha servido para poco porque la verdadera transformación del Barcelona ha llegado desde la cantera, con jugadores como Hector Fort, Cubarsí, Lamine, Fermín, y Guiu.

Estos cinco jugadores, con los que no se contaba a inicio de curso, han logrado equilibrar un poco el equipo y, en muchos casos, mejorar algunas posiciones, en especial el caso de Lamine y Cubarsí. Son chicos aún no adultos que están teniendo que tapar las verguenzas de otros. La mala planificación se ha extendido en invierno con el gasto de 30+30 millones de euros por un jugador que uno del filial (Guiu) le está pasando por delante.

Otro escenario

Muy diferente deberá hacer las cosas el Barça el próximo verano para ordenar la plantilla para el nuevo entrenador, o para Xavi en el caso de que se repensara su salida. El Barça debe saber cuales son las prioridades y construir el equipo en función de estas. Si tu apuesta es Cubarsí, no tiene ningún sentido que la plantilla tenga más de tres centrales. Eso quiere decir que de los que hay ahora (Araujo, Koundé, Christensen, Iñigo y quizás la vuelta de Eric García) sobran dos.

¿Cuáles? Tan apurado el Barça va que, sabiendo que Cubarsí será titular, no le puede temblar el pulso y deshacerse de los jugadores por lo que más tajada sacará. Necesita dinero para fichar en el puesto de pívote y, como mínimo, un lateral derecho (Hay que valorar si te sirve Cancelo para un futuro). 

Prioridad para un delantero

Sin embargo, donde más mano debe meter la secretaría técnica es en la delantera. Xavi no cesa de quejarse que el equipo crea muchas ocasiones, pero que luego es incapaz de transformarlas. Eso quiere decir que hay varios jugadores cuya continuidad tienen el señal de interrogante en su cabeza.

Lewandowski es el primero, por ser la viva imagen de alguien que ya vive sus últimos años de su carrera y habrá que decidir si también son sus últimos meses en el fútbol de élite. Su contrato, ascendente como los que tantas veces Laporta ha criticado los que hacía Bartomeu, son una losa difícil de aguantar. Aubameyang, que quería seguir, es hoy un jugador más resolutivo que Lewa.

En la delantera hay otros casos a analizar. Raphinha es el primero, Joao Felix el segundo y Ferran Torres el tercero. En realidad, la delantera del Barça se aguanta con pinzas y del tendedero solo sobresale Lamine. Así pues, Deco deberá afinar para no volver a vivir una temporada tan caótica como la actual. Y para actuar, tal y como está la situación económica de la entidad que no mejora con el paso de los años, deberá hacer milagros.