Ariño: "Queremos dos Champions seguidas y lo tenemos grabado"

El Barça sigue preparando el decisivo choque de este jueves en el Palau ante el Flensburg-Handewitt alemán (18.45 horas) con el firme objetivo de lograr una victoria que supondría la clasificación directa para los cuartos de final de la Champions.

En una temporada marcada por los cambios y por las dificultades, los de Carlos Ortega están a tres partidos de la Final Four mientras camina con paso firme hacia un nuevo título liguero con la Final a Ocho de la Copa del Rey a dos semanas vista.

Uno de los jugadores importantes del equipo es Aitor Ariño. El extremo izquierdo comparte posición con el también internacional español Ángel Fernández y afronta con ilusión esta fase final de curso tras superar meses atrás una grave lesión que lo dejó sin Juegos Olímpicos.

El canterano atendió a SPORT en las horas previas a este encuentro que puede marcar el devenir de la temporada con un invitado de excepción en las filas alemanas, el meta danés Kevin Möller, quien alzó la pasada Champions con el Barça.

¿Ha sido el año más difícil de su carrera?

Sí, sin lugar a dudas. Ha sido mi única lesión grave y bueno, recuperarme y todo sí que ha sido duro.

Era casi fijo para los Juegos, se aplazaron por el covid y se quedó sin ellos por la lesión...

Fue un golpe muy duro. En cuanto me lesioné ya supe que me perdería los Juegos. Creo que podía haber estado en la lista y habrían sido mis primeros Juegos. Fue lo que más me dolió, pero tuve la suerte de que dos meses después nació mi hijo y eso lo cambió todo.

Por lo menos pudo disfrutar de su paternidad...

Claro. Es el primero y ser padre es lo mejor que me ha pasado en la vida. Lo he disfrutado mucho. Si no me hubiese lesionado al mes siguiente me tendría que haber ido de preparación con la selección y no habría vivido nada. Por eso sí que me siento un afortunado.

¿Le gusta buscar siempre las lecturas positivas a las cosas?

En este caso ha venido así, pero también necesitaba verlo desde el primer momento de manera positiva. El tema psicológico en una lesión tan larga era importante y me lo tomé así.

¿Necesitaba hacer un buen Europeo para quitarse esa mal sabor de boca?

Sí. Después de un túnel negro siempre se ve la luz. Yo tuve la mala suerte de lesionarme en un momento que no tocaba por los Juegos, por la Final Four tras haberla perdido en diciembre y porque estaba en un momento muy bueno. Gracias a Dios me recuperé muy rápido y a los seis meses ya estaba jugando y haciéndolo bien.

Si cuando se lesiona le dicen que en enero ya estaría jugando de avanzado en la selección...

A ver, he trabajado para esto y estaba muy convencido de que tenía que volver al mismo nivel al que estaba antes de lesionarme. Me apreté mucho durante todo el verano para llegar lo antes posible a mi nivel anterior y al final lo he conseguido.

¿Qué destacaría de ese período tan complicado?

Mira, también estoy muy contento con los servicios médicos. El primer mes tras la operación venía cada día al centro médico de la Ciutat Esportiva y coincidí con Sergio Lozano, con chicas del equipo de fútbol y con otro de basket que también tenían los cruzados. Íbamos comparando nuestra evolución, preguntábamos todas las dudas e hicimos un muy buen grupo. Seguimos teniendo relación y nos preguntamos cómo nos va. Eso ha sido muy bonito.

Cuando ve a Sergio Lozano después de tres operaciones, usted no tiene excusa...

Claro. Y encima a qué nivel ha vuelto y lo bien que lo ha hecho con la selección, que ha estado increíble.

Pasemos al presente. ¿Cómo ve al equipo?

Bien. Ahora después del Europeo nos vamos encontrando mucho mejor, el partido contra el Veszprém en casa fue muy importante y ahora nos jugamos pasar directamente a cuartos. Y en dos semanas tras un parón de selecciones tendremos la Copa del Rey, que nos iría muy bien ganarla con autoridad, porque en la liga hay partidos que nos están costando demasiado. Creo que ya estamos cogiendo velocidad de crucero para esta parte decisiva de la temporada.

¿Por qué está costando tanto defender el 6-0, sobre todo en el centro?

Bueno, al final a lo mejor no hemos tenido todo el acierto o la coordinación entre los centrales, pero poco a poco vamos a coger más confianza. Es la defensa principal, Carlos nos lo hace saber así y hay máxima confianza en el grupo del centro. Estamos trabajando en los automatismos e incorporando cosas que no teníamos en anteriores temporadas.

Se corre menos, pero se ataca mejor en estático...

Por supuesto. Es otra manera de jugar y como en todo hay aspectos positivos y otros no tanto. Creo que el ataque es mucho más fluido, encontramos soluciones más claras de lanzamiento y eso se ve en los partidos. A lo mejor no corremos tanto, pero tenemos dos sistemas defensivos sólidos cuando otros años era solo el 6-0. Y sí, hemos perdido un poco el contraataque y quizá por eso nos cuesta más irnos en los partidos.

Con todos los cambios y con todas los contratiempos están a tres partidos de la Final Four...

Sí, pese a todo lo que se habla estamos muy tranquilos, porque el trabajo está siendo bueno, somos muy competitivos y como bien dices estamos a tres partidos del objetivo final en el que nos jugaremos mucho. La trayectoria es perfecta. En la liga nos queda poco para conseguir el título, en dos semanas tendremos una Copa del Rey que cogeremos con muchas ganas para dar un golpe encima de la mesa y en la Champions estamos cerca del gran objetivo de la Final Four.

¿Este equipo está capacitado para pelear por el título en la Champions? 

Por supuesto. Queremos ganarla dos años seguidos, que es algo que no se consigue desde el Dream Team. Lo tenemos grabado y trabajamos cada día para ello.

Antes hay que ganar al Flensburg, un equipazo que también se juega mucho...

Es un partido clave. Ellos se juegan mucho y nosotros también. No dudo que desde el club se hará un esfuerzo para llamar a la afición y más antes de un Barça-Galatasaray. Los necesitamos. Espero que vengan muchos aficionados, ojalá tengamos a los Dracs y a Sang Culé junto a todo el Palau y a la Penya Meritxell, que no falla nunca. Y ojalá tengamos una buena conexión para que seamos uno y podamos ganar.

¿Añade un poco de morbo que esté Jim (Gottfridsson) por lo que pasó en la final del Europeo contra Suecia?

Para nada. Él jugó bien y ya está. Si no, tendríamos un problema cada día con Tomas (Svensson), que también nos ganó y aún no se ha pagado nada (ríe).

¿Cómo ha vivido el cambio hasta convertirse en un referente del vestuario?

Al final es un proceso vital de todos los jugadores. Has ido creciendo con el club y gracias a partidos grandes, títulos importantes y a estar ahí te vas ganando el respeto del vestuario. Y ya te digo que lo asumes con una normalidad absoluta.

¿El modelo a seguir es Víctor Tomàs ahora que le van a retirar la camiseta?

Sí. Ahora Gonzalo y yo somos gente de club y tenemos que enseñarles todo a los que van viniendo nuevos. En definitiva la labor de los capitanes es facilitar las cosas a todo el mundo y que se adapten lo antes posible, porque el Barça te exige desde el primer día y esto lo tienen que tener claro. Es muy difícil jugar en el Barça y tienes mucha presión, pero también es lo más grande a nivel deportivo. Que el vestuario, los jugadores que vienen y todo el mundo se sepa adaptar y entienda lo que es el club es lo más importante.

¿Cómo animaría a la afición para que vaya al Palau?

Es uno de los mejores partidos que se puede ver ahora mismo a nivel europeo. Es vital para los dos y los vamos a necesitar como el día del Veszprém. Seguro que van a disfrutar con el equipo.