Tal día como hoy, hace 30 años: el último adiós a Ayrton Senna

El piloto brasileño perdió la vida en el Gran Premio de San Marino de 1994, tras un terrible accidente en la curva Tamburello

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Portada SPORT del 2 de mayo de 1994

Portada SPORT del 2 de mayo de 1994

Laura Narbona

El 1 de mayo de 1994 será una fecha difícil de olvidar para cualquier aficionado a la Fórmula 1. Hace exactamente 30 años, un trágico accidente en la curva Tamburello del Circuito de Imola marcaba un antes y un después en la historia de la competición: Ayrton Senna, el piloto que para muchos estaba destinado a ganarlo todo, perdía la vida en el Gran Premio de San Marino

Y es que Senna no era un piloto más. Su carácter frío, calculador, y, en ocasiones, místico, junto a la agresividad de su estilo de pilotaje, provocaban que el brasileño fuese tan querido como odiado por todos. El carisma de Senna desbordaba todos los niveles, no tenía límites. Era una especie de huracán que dejaba huella por allí donde pasaba

Nacido el 21 de marzo de 1960 en São Paulo (Brasil), Ayrton Senna siempre tuvo claro sus dos devociones: Dios y los coches. Religioso como pocos, el brasileño se subió por primera vez a un kart a los 13 años. Ocho años después, se mudó a Inglaterra para dedicarse profesionalmente a la competición, renunciando al puesto de trabajo en la empresa de su padre y divorciándose de su mujer, pues en su mente solo cabía un objetivo: llegar a la Fórmula 1.

El gran sueño de Senna

En 1984, el sacrificio y el trabajo dieron sus frutos, y Senna debutaba en la máxima categoría del automovilismo, dentro del modesto equipo Toleman. En 1985 fichó por Lotus, equipo en el que estuvo tres años y con el que consiguió subir a lo más alto del podio hasta en seis ocasiones. 

Pero el brasileño quería ir más allá, y, con el objetivo de ser campeón del Mundo, en 1988 dio el paso a McLaren, estructura con la que ganó tres campeonatos mundiales (1988, 1990 y 1991). Durante los años en McLaren, Senna compartió box con el que sería su mayor rival en pista, el francés Alain Prost, con el que mantuvo más de un roce durante esas temporadas. Prost se convirtió en el enemigo más íntimo del brasileño, y la rivalidad y las desavenencias entre ambos fueron recurrentes durante esos años. 

Los problemas técnicos e internos de McLaren en las siguientes temporadas conllevaron que Senna decidiese fichar por Williams de cara a 1994. Sin embargo, el brasileño tan solo pudo llegar a disputar tres grandes premios con la escudería británica antes del trágico accidente en Imola que le costó la vida. 

El piloto de las dos caras

Ayrton Senna tenía la capacidad de provocar dos sentimientos extremos hacia él: amor incondicional u odio eterno. Si bien el piloto brasileño demostró su gran corazón en numerosas ocasiones, con sus donaciones a los niños más desfavorecidos de su Brasil natal o acciones como la del Gran Premio de Bélgica de 1992, en el que, corriendo el riesgo de ser atropellado, detuvo su monoplaza para ayudar a un piloto que acababa de sufrir un accidente, el gran temperamento y prepotencia del brasileño le provocaron más de un enfrentamiento tanto dentro en pista como fuera de ella. 

Y es que su estilo de pilotaje rápido y agresivo, que siempre molestó a la mayoría de sus rivales, venía acompañado de un carácter reservado, analista y, en ocasiones, arrogante. La verdad es que el piloto de São Paulo no se caracterizaba por ser humilde, por lo que se acabó ganando grandes enemistades entre sus rivales, los que, según el propio Senna, no le querían porque “su pecado era ser rápido”

La fuerte personalidad de Senna, junto a su agresividad en pista, provocaron que el piloto brasileño se viese envuelto en más de una polémica. Mientras que pilotos como Alain Prost lo acusaron de importarle más ganar que su propia vida, el exdirector general de la Fórmula 1, Bernie Ecclestone, admitió que “Senna era un tipo bastante complicado, con conflictos interiores y ese tipo de cosas”. 

Por su parte, Mark Blundell, expiloto de pruebas de McLaren, reveló hace unos años en el pódcast oficial de la Fórmula 1 la faceta más desconocida del piloto de São Paulo. Según Blundell, el brasileño “era una mezcla entre genio y locura, además de un egoísta”. Para el expiloto británico, Senna se aseguraba siempre de obtener todo lo que necesitaba para tener éxito, intentando sacar el máximo provecho de las personas que le rodeaban

Lo que está claro es que Ayrton Senna dejó un gran legado en el Mundial de Fórmula 1, y, a pesar de que hayan pasado tres décadas desde su terrible accidente, su recuerdo sigue muy presente entre los aficionados de la competición.