Nadal, listo para el reto

Brazos al cielo. Sonrisa final. Objetivo cumplido. Rafael Nadal abrió de nuevo las puertas a la semana grande en París con una tranquila victoria ante Cameron Norrie por 6-3, 6-3 y 6-3.

 «Es el momento de dar el paso grande. Me siento preparado, pero hay que hacerlo. Jugar sin concesiones contra los mejores del mundo”, dijo Nadal tras ganar su partido 103 en Roland Garros y sumar 32 sets consecutivos sin perder desde 2019. Todo un aviso.

No era un día agradable para jugar. Cielo gris y encapotada. Humedad en el ambiente. Pista lenta y bolas pesadas. Ninguna de las condiciones que le gustan y, menos, en la Suzanne Lenglen, la segunda central, con fama de ser una pista más lenta.

Norrie (45 mundial), zurdo cómo él, entró consciente de sus limitaciones pero dispuesto a plantar cara. El tenista británico de 25 años lo intentó con un juego valiente, buscando los golpes ganadores y apretando al resto a Nadal en los segundos saques. No fue suficiente, aunque en el segundo set rompió dos veces el saque a Nadal (2-0 y 3-1) pero el campeón reaccionó anotándose un parcial de 9 a 1 para colocarse 4-1 en el tercer set y ganar el partido en poco más de dos horas. 

Queja al árbitro

Norris incluso intentó desestabilizar a Nadal quejándose a la juez de silla por el tiempo que perdía Nadal en los restos. «Tenía que ir a buscar la toalla cada vez al otro lado” explicó. Una situación parecida le costó días atrás una advertencia a Federer.  

Nadal no dio importancia al incidente. Su cabeza está en otras cosas. “La semana ha sido correcta. No he perdido ningún set, pero se que necesito mejorar para tener opciones”.

Examen italiano

El lunes tendrá una buena prueba ante Jannik Sinner que derrotó al sueco Mikel ( 6-1, 7-5, 6-3). «Es un rival peligroso», valoró Nadal que ha ganado a la joven promesa italiana en Roma este año (7-5, 6-4) y en los cuartos de Roland Garros 2020 (7-6 (4), 6-4, 6-1). 

También deberá pasar el examen ante otra de las promesas italianas, Novak Djokovic que se enfrentará a Lorenzo Musetti , tras vencer, sin problemas, al lituano Rikardas Berankis (93 mundial) por 6-1, 6-4 y 6-1. 

Con 19 años Sinner y Musetti, son los dos tenistas más jóvenes vivos en Roland Garros, después de que Carlos Alcaraz, con 18 años y 39 días, se quedara a las puertas de acompañarles, al caer ante el alemán Jean-Lennard Struff (6-4, 7-6 (7-3, 6-2).

Alcaraz se sentía capaz de seguirles y aunque lo intentó le faltó convicción en los momentos claves. Fue a remolque desde el primer set. El mismo tenista murciano razonaba su derrota. «Jugué retenido por no querer perder en lugar de jugar a ganar».

Struff, un veterano de 31 años y 42 mundial, no estaba dispuesto a perder la oportunidad después de haber dado el gran golpe eliminando a Andrei Rublev (7 mundial). Él si «jugó para ganar» y no se dejó sorprender por Alcaraz al que ganó por 6-4, 7-6 (3) y 6-2.

Derrota para aprender

«El año que viene volveré más fuerte y preparado», decía Alcaraz que tuvo que pasar la previa para poder conseguir su mejor resultado en un Grand Slam. El discípulo de Juan Carlos Ferrero está progresando y aprendiendo a marchas forzadas.

 «De las derrotas se aprende más que de las victorias», aseguró. Su próximo objetivo será Wimbledon, dentro de dos semanas, donde volverá a tener que ganarse una plaza en el cuadro en la fase previa.