La intrahistoria de la acción más espectacular del Mundial

El rugby es un deporte maravilloso en el que tienen cabida desde los delanteros más fornidos hasta los talonadores más pesados pasando por los alas y los zagueros más rápidos y potentes. En estos dos últimos apartados han brillado figuras rapidísimas como los neozelandeses Joe Rokokoco y el desaparecido Jonah Lomu, el galo Serge Blanco o el sudafricano Bryan Habana.

Precisamente Sudáfrica es la cuna del cuatrocentista más rápido de todos los tiempos, un Wayde Van Niekerk que se convirtió en una de las grandes estrellas de los Juegos de Río 2016 al derrotar a los favoritos LaShawn Merritt y Kirani James para proclamarse campeón olímpico de 400 lisos rebajando en 15 centésimas el mítico récord mundial del estadounidense Michael Johnson para dejarlo en 43.03.

Sudáfrica enmudece Saint-Denis y apea a Francia en un frenético encuentro

Pues bien, en sus años colegiales Van Niekerk alternaba el atletismo y el rugby con su compañero de colegio Cheslin Kolbe, considerado uno de los alas más rápidos del rugby actual con una marca en torno a 10.70 en 100 lisos, lejos eso sí de los 9.94 de su amigo y campeón olímpico de la vuelta a la pista.

Cuentan que ambos se divertían imponiendo su velocidad y ganando dinero por cada ensayo. De hecho, ese amor por el oval jugó una malísima pasada a Van Niekerk, quien sufrió una grave lesión de rodilla jugando un partido benéfico de rugby en Ciudad del Cabo meses después de su segundo título mundial.

Pues bien, esos piques con Van Niekerk permitieron a Kolbe trabajar la velocidad y convertirse en el héroe por accidente de los 'Springboks' en una espectacular y nada habitual acción que a la vista del 28-29 final resultó decisiva para la eliminación del 'XV del Gallo'.

Con 12-12 a los 23 minutos tras un ensayo de Peato Mauvaka, el pateador por excelencia de los franceses Thomas Ramos situó el oval con delicadeza muy cerca de la línea derecha de banda, tomó unos metros de carrerilla y se dirigió a buscar los dos puntos de la transformación.

Sin embargo, lo hizo con demasiada calma y permitió que el ala izquierdo Kolbe se le echase encima después de un impresionante esprint de unos 20 metros. El sudafricano consiguió blocar la patada del jugador del Stade Toulousain y Francia se despidió de dos puntos que podrían haberle dado la victoria. Los sudafricanos se medirán en semifinales a Inglaterra, la única superviviente del Hemisferio Norte.