Hazard asume su declive y apunta a la MLS

El Mundial de Qatar confirmó el declive futbolístico de Eden Hazard. El delantero belga tuvo en Roberto Martínez su último protector, pero no respondió a esa confianza y ambos han dado un paso atrás renunciando a la selección. El entrenador español le dio sus últimas oportunidades en el intento de recuperar su mejor versión, pero volvió a ser esa sombra de sí mismo que ha defraudado en el Real Madrid. Ahora, asume su situación y está dispuesto a irse tras cuatro años de reveses pese a quedarle un año de contrato.

Hazard ha tenido más minutos con Bélgica, 327’, que con el Real Madrid, 229’, esta temporada. Fue titular en seis de los siete partidos con los Diablos Rojos y dos con su equipo de los 21 que han disputado. Sus actuaciones han defraudado también en su país, donde creían que su bajo rendimiento lo propiciaba las escasas oportunidades de jugar que tenía en el Real Madrid. Ambas aficiones, madridistas y belga, coinciden en que Hazard ya no es el que iluminó el ataque del Chelsea y él asume su situación dando un paso atrás.

LE ATRAE LA MLS

El delantero belga está dispuesto a irse del Real Madrid. Tiene varias propuestas encima de la mesa, pero estudia recalar en la MLS, según apunta ‘L’Equipe’. Es el destino que más le atraería y su club está dispuesto a facilitarle la salida. El problema es su sueldo galáctico, 30 millones de euros brutos, que puede retraer a los equipos americanos interesados en su fichaje. El Madrid, como con Bale, estaría dispuesto a sufragar parte de ese salario. No tiene sitio en el equipo de Ancelotti y su marcha dejaría un hueco en el ataque a algún jugador que pueda aportar más que el belga.

Además de las lesiones, el problema que achacan al delantero belga es su abandono físico. Desde que llegó al Real Madrid en la temporada 19-20 se le ha acusado de sobrepeso, de no trabajar lo suficiente y de confiar todo a su talento. Cuatro temporadas en las que ha ido a peor, hasta minar la paciencia de su club que hasta el pasado verano confiaron en él. Esperaban que superados sus problemas de tobillo fuera aquel jugador por el que pagaron 116 millones, el más caro de su historia, pero la espera toca a su fin y la salida del belga en verano empieza a tomar forma.