El difícil objetivo de encontrar relevos a Kroos y Modric

Arquitectos del juego blanco en la última década, en la que los blancos han ganado 23 títulos desde la llegada del croata en 2012

Valverde y Camavinga deberían ser sus herederos, pero sus características son diferentes pese a crecer a su sombra

Kroos: "Claro que puedo jugar con Modric. Cuando no estamos en el campo se juega a otro fútbol"

Tras la declaraciones de balboa el pasado 15 de enero, que aseguraba que Kroos y Modric no podían jugar juntos, el alemán respondió a los micrófonos de El Chiringuito asegurando que puede jugar junto al croata perfectamente, asegurando "que se nota cuando estamos en el campo". / CHIRINGUITO

Alejandro Alcázar

Alejandro Alcázar

El partido ante el Valencia dejó sensaciones preocupantes en el juego del Real Madrid. Ancelotti dio descansos a Kroos y a Modric y puso la medular llamada a ser el relevo del alemán y el croata en el centro del campo. Alineó a Camavinga y Ceballos, además de Tchouameni, que sería el relevo natural de Casemiro. El Madrid no funcionó, generó poco y conectó menos con la línea de ataque pese a que el equipo valencianista le cedía campo cuando saltaban su presión. El primer disparo con peligro de los blancos llegó en el minuto 55, tiempo que aprovecharon los de Baraja para consolidar su juego y creer en la victoria.

El Real Madrid creó muy poco y todos se acordaron de Kroos y Modric, que acabaron apareciendo para hacerse con el mando del partido y acorralar a un rival que cuando salieron ya creía en sus posibilidades de triunfo. Las sensaciones del equipo con ellos en el campo fueron otras y más cuando Valverde se sumó a la causa, pero los delanteros estaban ya desenganchados del juego, en especial Benzema y Asensio que apenas aparecieron. Solo Vinicius lo intentaba tímidamente y ya sabe todo el mundo como acabó el brasileño, que volvió a vivir otro episodio de racismo que le sacó del partido.

DOSIFICADOS POR ANCELOTTI

Kroos y Modric llegaron tarde al rescate, pero dejaron sentado que con ellos en el campo el Madrid da más sentido a su fútbol. Ambos afrontan su recta final en el Real Madrid. Renovarán por un año, pero su fecha de caducidad está cercana y Ancelotti se ve obligado a dosificarlos para que reserven energías para hacer frente a una temporada tan exigente como la que han vivido este año. El alemán, 33 años, ha jugado 15 partidos completos de 42 como titular, de los 58 de su equipo. A su favor, que renunció a jugar con Alemania y se centra en el Real Madrid, donde recupera en los parones de selecciones.

Con Modric, 37 años, es bastante más complicado por mucho que el croata sea un ejemplo de profesionalidad y cuide su físico hasta el último detalle. Solo ha jugado cinco partidos completos con el Madrid de los 33 en los que fue titular, por lo que Ancelotti no contó con él en 25 partidos. Sin embargo, con Croacia ha sido titular 11 de los 12 partidos jugados, y completó seis, uno más que con su equipo. El Madrid respeta su decisión de no renunciar a su selección, pero es consciente que eso perjudica y mucho a sus intereses por la importancia que tiene el croata en el engranaje de su juego.

RELEVOS NATURALES Y BELLINGHAM

Sus relevos naturales en estos momentos son Camavinga, 20 años, y Valverde, 24, dos grandes jugadores que tienen características muy diferentes a las de Kroos y Modric. Ninguno tiene la capacidad organizativa del alemán, un delineante del pase que marca los tiempos del juego de su equipo. Modric le ayuda en esa labor, pero es el enganche directo con los delanteros con sus pases entre líneas o a los espacios, además de sus internadas rompiendo líneas. Desde su llegada al Madrid en 2012, el equipo blanco ha ganado 23 títulos, cinco Champions entre ellos.

Camavinga tiene un futuro prometedor, pero está verde. Tiene un poco de los dos, calidad le sobra, pero le falta experiencia porque le sobra personalidad. Valverde es otro tipo de futbolista. Físico, potente y perpendicular, características alejadas a las del croata y del alemán, pero le falta dotes de mando para asumir responsabilidades. Por eso el Madrid intenta fichar a Bellingham, un fino centrocampista de oficio ofensivo que puede hacer ese trabajo que despliega Modric como conexión con el ataque. En definitiva, el Madrid macera una medular capaz de relevar a su tándem mágico de la última década. Otra cosa es que lo consiga.