Florentino, el fin de ciclo era esto...

Florentino Pérez, presidente del Real Madrid

Florentino Pérez, presidente del Real Madrid / EFE

Lluís Mascaró

Lluís Mascaró

La eliminación del Madrid fue celebrada por muchos culés, muchísimos, como un título. Y esa reacción no es síntoma de ningún complejo de inferioridad. Es, simplemente, un sentimiento profundo que hay entender y respetar. Porque Madrid y Barça son vasos comunicantes. Lo que es bueno para uno es malo para otro. Y viceversa. Aunque tengan intereses comunes (la Superliga, por ejemplo), son enemigos deportivos irreconciliables. Y la humillación que el equipo blanco sufrió en ‘su’ Champions ante el Manchester City de Guardiola fue motivo de inmensa alegría para la mayoría de los socios y aficionados del Barça. Y más aún por el hecho de que fuera Pep quien infligiera semejante castigo al Madrid. Este rotundo KO blanco ha ejercido un efecto liberador y ha conseguido, al mismo tiempo, que la Liga conquistada esta temporada de forma tan brillante aumente considerablemente su valor. 

El mismo madridismo que vivió con euforia el dramático 2-8 del Barça ante el Bayern en 2021, sintió el miércoles en sus propias carnes la vergüenza que los culés padecieron entonces. Florentino Pérez ya sabe ahora lo que es un fin de ciclo. Su proyecto, como el de aquel Barça campeón de todo, se ha agotado. Necesita una transformación que pasa, por supuesto, por una revolución en la plantilla. Hay tantos paralelismos entre el Barça del 2020 y el Madrid del 2023 que incluso pueden acabar su trayectoria ganando el mismo título. La Copa con la que se despidió Messi un año después de aquella catástrofe europea podría ser también el punto y final de jugadores como Modric, Kroos o Benzema. La regeneración resulta inevitable. Y no abordarla ahora sería repetir el error que cometió entonces Bartomeu. Un error que le acabaría costando la presidencia…

PRESCINDIR DE SUS ESTRELLAS

A Florentino Pérez jamás le ha temblado el pulso a la hora de prescindir de aquellas estrellas que han iniciado su declive. El caso más cercano, paradigmático y mediático es el de Cristiano Ronaldo, con el que incluso supo hacer negocio: lo vendió por 100 millones de euros. El presidente blanco debe buscar ahora sustitutos para todos estos veteranos jugadores que llegan al final de su carrera y, además, encontrar un nuevo crack mediático... que bien podría ser Mbappé.