Brahim, Nacho, Lunin, Ceballos y Odriozola, patitos feos de Ancelotti

Se sabe que el italiano es de ideas fijas, de repetir rotaciones con los mismos jugadores, pero hay cinco que lo tendrán más difícil para jugar

Tendrá opciones si hay lesiones pero que no esperen jugar demasiado como les pasó a Mariano, Hazard, Vallejo, Lunin y Odriozola hace un año

Brahim Díaz vuelve al Real Madrid

Brahim Díaz vuelve al Real Madrid / Perform

Alejandro Alcázar

Alejandro Alcázar

Carlo Ancelotti se ha ganado la fama de entrenador accesible, amable con sus jugadores, de esos que se alejan de la mano dura para entender la situación de cada profesional: “Mi puerta está siempre abierta". Públicamente se flagela cuando le nombran jugadores con los que no cuenta, reconociendo que juegan poco y en algunos casos nada. En su segunda etapa en el Real Madrid ha poblado el banquillo de patitos feos y los síntomas indican que seguirá la misma política, pese a que la temporada acaba de empezar.

Ya hay señales de que cinco de sus 22 jugadores, sin contar a los lesionados Courtois y Militao, apuntan a tener roles secundarios. Brahim, Lunin y Odriozola, si el donostiarra no se va antes del cierre de mercado, son los tres firmes candidatos para calentar banquillo. Nacho y Ceballos los acompañarán si no hay lesiones o bajas imprevistas. A su favor, que la temporada es larga y el calendario apretado, pero sus opciones de jugar van a ser limitadas pese a que cumplen siempre que juegan.

PLANTILLAS MÁS CORTAS

Si le dejasen, Ancelotti tendría plantillas de 18 jugadores con un solo portero y recurriría al filial en caso de necesidad. Con siete cambios de nivel se daría por satisfecho. Y si no que se lo pregunten a Mariano, Hazard o Vallejo, además de a Lunin y Odriozola, que siguen en el equipo pese a ser invitados a marcharse. El año pasado contó con ellos cuando no le quedó otro remedio, o en los partidos decididos de antemano. Vallejo, Mariano, Lunin y Ceballos también sufrieron ese rol hace dos años, completados por Isco y Bale.

El mejor ejemplo lo personifica Lunin. Es su tercera temporada a las órdenes del italiano y ha esperado paciente a la sombra de un poderoso Courtois. Ancelotti lo ve entrenar en el día a día y debe tener un concepto malo del ucraniano para no darle la oportunidad tras la lesión del belga. Es cierto que le aconsejó que se buscara equipo, como al resto de patitos feos. Defenestrarlo sin darle la oportunidad de demostrar si está capacitado para ser el portero del Real Madrid suena hasta cruel. De ser así, haría bien en buscar una salida antes del cierre de mercado como está haciendo Odriozola y como debería hacer Brahim.

El caso del malagueño es llamativo. El Madrid lo repescó este verano del Milán después de una aventura de tres temporadas en la que acabó ganándose el corazón de los tifosi rossoneri. Ha jugado muy poco, pero el peor castigo para el talentoso media punta es que ni los analistas que siguen al equipo madridista se acuerdan de él. Es como si no existiera, lo que evita presión añadida al italiano para darle minutos.