El Fluminense se harta de Ronaldinho

Ronaldinho no está, y ya ni se le espera. Su paso por el Fluminense va camino de convertirse en una mancha más en su currículo, como lo fue su última etapa profesional en el Querétaro mexicano.

La decepción es absoluta entre los dirigentes del Tricolor carioca. El presidente, Peter Siemsen, ha reconocido que la situación de Ronnie “no es fácil” y ha lanzado un aviso para navegantes que suena a ultimátum. “Para poder hacer una evaluación correcta de su desempeño tenemos que esperarnos a que termine su contrato, a finales de 2016... o tal vez esto puedo ocurrir antes…”, explicó en rueda de prensa.

En las Laranjeiras, la sede del Flu, existe la sensación que Ronaldinho se está riendo del club. Llegó en julio, con juras de amor y besando la camiseta que en su día vistió, entre otros, Rivellino. Pese a sus 35 años, prometió compromiso en un proyecto a medio plazo, por el que por un año y medio. Cuando se vistió de corto, la carroza se convirtió en una calabaza. Las carencias físicas del ex del Barça saltaron a relucir, y su aportación roza el muy deficiente.

Ronaldinho llegó a un equipo que estaba en la zona de acceso a la Copa Libertadores y que presentaba su candidatura a luchar por el título. Casi dos meses después, el fantasma del descenso sobrevuela las Laranjeiras. El Flu está en caída libre. En las últimas ocho jornadas no ha conseguido ni una sola victoria. La cabeza al técnico Enderson Moreira ya ha rodado, y su sustituto Eduardo Baptista no tiene un futuro demasiado esperanzador.

Ronaldinho vivo instalado en el limbo. Las molestias musculares le impiden entrenar y jugar con regularidad: ya se ha perdido cinco encuentros del Brasileirao. Y cuando lo hace, pasa absolutamente desapercibido. No marca las diferencias, ni a balón parado. Tras el paréntesis del fútbol mexicano, en el Flu había la esperanza que Ronnie ofreciese una imagen parecida a la de 2013, cuando, estando en el Atlético Mineiro, fue pieza clave en la conquista de la Copa Libertadores  De aquel futbolista maduro, que sabía leer los partidos y que era un aglutinador del grupo no queda ni rastro. Hoy Ronaldinho es un espectro.

“Creo que no fue un error ficharlo – expone el presidente del Flu, Peter Siemsen -, pero nuestra situación con él no es fácil”. De momento, Dinho ya ha perdido la condición de titular. “Está lejos de su mejor momento de forma, necesita trabajar para estar en condiciones”, dice el técnico Eduardo Baptista.

Todo apunta que hasta diciembre, cuando termina la temporada en Brasil, seguirá siendo jugador de la primera plantilla del Flu. Después, le darán la baja en una rescisión en que Roberto de Assis no perdonará ni un céntimo.  El Palmeiras, que lleva intentando su fichaje desde 2011 ya está en alerta.