Los héroes de Osasuna en la Copa

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Sevilla - Osasuna | El gol de Abde

Abde dio el gol de la victoria a Osasuna / LALIGA

EFE

La andadura de Osasuna en la presente Copa del Rey hasta la final de Sevilla ha convertido a varios futbolistas como protagonistas que se han erigido en héroes de su equipo a lo largo de las diferentes eliminatorias que han ido dejando atrás.

Osasuna destaca por la unión de un vestuario en el que ninguna pieza es más que el resto, pero en el que la realidad dice que un puñado de jugadores serán las caras más recordadas pase lo que pase en Sevilla por su aportación en determinados momentos de la competición.

Kike García, delantero rojillo que más ha jugado, fue el hombre más destacado en las primeras rondas gracias a los cinco goles anotados que le hacen ser el máximo anotador de la Copa en solitario, mirando desde la cima a Benzema, Chukwueze, En-Nesyri o Munir, siguientes en la lista.

Suyos fueron dos de los cuatro goles anotados en Fuentes de Ebro el sábado 12 de noviembre, ambos en la segunda mitad. En Arnedo fue de nuevo titular para ampliar sus registros con un nuevo doblete que fulminó a los riojanos para permitir a su equipo jugar la siguiente ronda en Tarragona. En el Nou Estadi salió de inicio junto al argentino Chimy Ávila en punta. Volvió a marcar.

Ha sido titular en todos los encuentros de Copa, salvo en la ida de semifinales ante el Athletic. Su compromiso y trabajo en la sombra está fuera de toda duda. Posee características diferentes al croata Ante Budimir y su aportación en La Cartuja será importante para contrarrestar el poderío físico de los blancos.

Kike García llega a la final como pichichi de la Copa del Rey

Kike García llega a la final como pichichi de la Copa del Rey / EFE

Precisamente fue en el estadio anteriormente mencionado donde Abde se puso el mono de trabajo para rescatar a su equipo. Los catalanes empataron el gol de García en el minuto 78 para llevar la cita a la prórroga. El marroquí, en el césped desde el 70, fue determinante con constantes desbordes, centros desde la izquierda e internadas que animaron a Osasuna.

Los de Arrasate se fueron estirando cuando el jugador cedido por el Barcelona se echó el equipo a sus espaldas. Fue muy insistente para encontrar una grieta cuando los penaltis ya asomaban. El Nastic se metió en propia tras una buena jugada de Abde en el 111. Fue la primera de una serie de buenas actuaciones del extremo, quien su talento le iba permitir engrandecer su leyenda en Pamplona.

El sorteo deparó la visita de Osasuna al actual campeón en su estadio, el Real Betis. La dificultad aumentó de forma considerable debido a la entidad del rival y al lugar, el Benito Villamarín. Fue un partido de goles y emociones en el que los de Arrasate igualaron el marcador hasta en dos ocasiones. David García voló por el cielo de Sevilla para ir la prórroga en el 91 con un testarazo imperial antes de que Rubén García forzase los penaltis.

Ahí llegó el momento de Sergio Herrera, uno de los grandes villanos para los lanzadores desde los once metros. El meta burgalés supo que estaba en su territorio y sus antecedentes empezaron a rondar por la mente de los jugadores béticos. La detallada botella de agua con la chuleta no faltó. Y tanto que, todo cuenta.

Borja Iglesias y Loren no fallaron sus penas máximas. Canales, jugador referente en el Betis, agarró el esférico y lo colocó con mimo en el punto. El guardameta concentró su mirada en los onces metros de distancia y dio inicio a su baile sobre la línea de fondo, tratando de desconcentrar al número ‘10’.

Canales arrancó y llevó a cabo un golpeo, seco y bien dirigido. Su adversario eligió bien el lado, pero el balón se quedó algo alto. Herrera logró corregir sacando una antológica mano cambiada para delirio de los tres aficionados navarros que ocuparon la grada visitante del Villamarín. Supermán había pasado fugazmente por la capital hispalense en un abrir y cerrar de ojos. El argentino Guido Rodríguez, quien sabe si por los nervios, erró el cuarto lanzamiento de los suyos para clasificar a Osasuna a cuartos.

El portero de Osasuna, Sergio Herrera (c), celebra con sus compañeros la victoria ante el Betis al término del partido de octavos de final de la Copa del Rey entre el Real Betis y el CA Osasuna

El portero de Osasuna, Sergio Herrera (c), celebra con sus compañeros la victoria ante el Betis al término del partido de octavos de final de la Copa del Rey entre el Real Betis y el CA Osasuna / EFE

El Sadar se engalanó para la visita del Sevilla en cuartos. Abde, quiso dejar su sello, entró en el 70 y en la prórroga fue decisivo. Vivió su primera gran noche como rojillo, clasificando a sus compañeros a semis con su derechazo en el minuto 99 tras el tanto in-extremis de su compatriota Youssef En-Nesyri.

El semifinalista con Marruecos en Catar frotó la lámpara para fabricar el 2-1 de la nada. Jon Moncayola sirvió en profundidad para Abde, quien piso el área con velocidad. Sentó al francés Loic Badé con un buen regate atrás y colocó el esférico entre el defensor y el palo izquierdo de la portería de su compatriota Bono. La locura se desató en El Sadar gracias a un chaval de 21 años que estrenó su cuenta anotadora con Osasuna.

Más de un mes después, el Athletic visitó Pamplona en la ida de semifinales. Era 1 de marzo y la falta de calor durante la primera mitad finalizó nada más reanudarse la cita gracias al latigazo de Abde. El número ‘12’ controló un pase al espacio de Moi Gómez, el esférico se le quedó algo atrás, pero el jugador cedido por el Barcelona continuó su acción. Se echó el balón largo, Vivian no pudo entrarle y, con un magistral zurdazo, puso el 1-0 para delirio de los más de 23.000 aficionados presentes. La parroquia rojilla tenía nuevo ídolo.

Osasuna - Athletic | El gol de Abde

Abde anotó el gol de Osasuna ante el Athletic / RFEF

Unas de las caras más recordadas por todo el osasunismo, suceda lo que suceda en La Cartuja será la de Pablo Ibáñez. El canterano silenció San Mamés con su parábola perfecta en la prórroga de la vuelta para meter a los de Tajonar en una final 18 años después. Fue un protagonista inesperado que pasó a la historia del club tras golpear el esférico con el interior de su pie derecho. Su progresión este curso ha sido meteórico y a sus 24 años tiene años por recorrer vistiendo la camiseta del club de su vida.

Quién sabe si sus compañeros y los jugadores mencionados buscarán ser el Iniesta de Sudáfrica, el Zidane de Glasgow o el Miranda del Santiago Bernabéu para entrar en los libros de historia con un gol que lleve a Osasuna a la gloria eterna con el primer título de su centenaria historia.