Opinión

La paciencia de Carletto desespera a Deco y Xavi

Carlo Ancelotti y Xavi Hernández, en una imagen de archivo

Carlo Ancelotti y Xavi Hernández, en una imagen de archivo / Valentí Enrich

Días complicados en Can Barça. El 'soci' quiere acción, pide cambios, exige gestos para recuperar la fe y llegar al verano convencido que la travesía del desierto llega a su fin en la temporada 2023-24. Laporta y su junta detectan como nadie ese afán por pasar página a un ciclo marcado por los vaivenes del equipo y del propio cuerpo técnico. El diagnóstico está claro, el problema radica cuando se desconoce el remedio o, lo que es aún peor, el bálsamo está lejos del alcance económico culé y, en buena medida, se distribuye a 600 kilómetros de la Ciudad Condal.

Los Laporta, Deco, Xavi y compañía quieren/necesitan dar un golpe de efecto cuanto antes y escenificar ante el entorno que todo está bajo control y el cambio, ahora sí, está en camino. Y para ello, en estos casos, nada mejor que el baile de nombres del recurrente mercado. Con mayor o menor fundamento, un reducido elenco de estrellas y otro ramillete de gangas desfilan sin cesar por todos los medios de comunicación habidos y por haber.

La contrapartida llega desde Madrid. El mercado blanco está marcado a fuego desde hace meses y todos sabemos que la cigüeña llegará vía París. ¿El resto? Complementos y proyectos de futuro. El día a día no afecta cuando la hoja de ruta está marcada y no busca atajos. Da lo mismo si el Madrid juega uno u otro modelo. El planteamiento ante el City difícilmente podría darse por bueno en el Camp Nou o Montjuïc, pero que nadie se lleve a engaños: los de Pep Guardiola también ven la Champions por TV. El fútbol ganador no se apiada de los perdedores.

Frente al Bayern, Más de los mismo. Todos bien agazapados esperando el aguijón de Vinicius. Y el brasileño no erró. El corazón del Bayern obró el pequeño milagro de devolver la magia de la Champions en forma de remontada y aplazar el desenlace del finalista hasta el duelo del Bernabéu. Nadie discute si los de Ancelotti juegan mejor o peor. La paciencia y los resultados de Carletto mandan.

Pero volvamos a Can Barça. A ese club donde el ventilador ya está en pleno funcionamiento, con la complicidad del entorno, a la espera que lleguen esos cracks que deben cambiar el destino culé. Sin embargo, la cigüeña azulgrana se hace de rogar y nadie sabe si viene de París, de Londres o de Bogotá...

Los Bernardo Silva, Kimmich y otros tantos jugadores seguro que arden en deseos de vestirse de azulgrana. Asumo que Deco quiere ficharlos para que Xavi los dirija. Pero lo que dudo es que el Barça tenga recursos de todo tipo para firmar a futbolistas de 29 años, con contrato en vigor en City y Bayern, y con fichas que provocan escalofríos hoy en día.

Dos modelos contrapuestos que, sin embargo, se necesitan para vivir. Florentino y Laporta saben que si cualquiera de ellos no existiera, debería inventarse. A día de hoy, Carletto y su resultadismo manda con mano dura, sin que nadie le rechiste. La Liga está en el saco y la Champions, a tiro. Deco y Xavi, bajo la dirección de Laporta, van a la pelea en situación bien distinta.

Al 'soci' se le agota la paciencia, a Laporta se le recuerda aquello de que "perder tendrá consecuencias" y ese cocktail puede resultar tan mágico como letal.