Güler-Vitor Roque: el Barça de Deco

Es evidente que el Barça debe reinventarse para sobrevivir. La pesada mochila económica y la situación financiera ha dejado al club blaugrana fuera de juego en el mercado de fichajes y la misión de la nueva área deportiva es construir un proyecto sin contar con los recursos de antaño. Para afrontar este reto, el Barça se ha decidido por Deco, una persona que no le teme a nada y que tiene clarísima la hoja de ruta para devolver al equipo donde se merece.

Deco, desde que llegó, paralizó buena parte de las salidas para no malvender activos, dio órdenes de potenciar el fútbol base y se marcó varios fichajes estratégicos de jugadores jóvenes que pueden llegar a ser los mejores del mundo en el futuro. Vitor Roque y Arda Güler son dos de los nombres que puso encima de la mesa como absolutamente prioritarios y va a luchar para firmarlos, convencido de que acabarán siendo protagonistas de un Barça exitoso. 

No hay duda que se trata de dos operaciones arriesgadas por la juventud de los futbolistas, pero quienes conocen a Deco saben que no le tiemblan las piernas en estos asuntos.

El exfutbolista tiene un olfato especial para captar talento y la obsesión por estos dos jugadores responde a la absoluta seguridad de que se tratan de dos auténticos cracks. Si el Barça no actúa ahora para ficharles será imposible que vistan de blaugrana en el futuro. Se ha acabado la época de fichar a golpe de talonario y ahora lo que toca es avanzarse en el mercado asumiendo riesgos. No hay otra si se quiere crecer.

Vitor Roque comienza ya a ser un jugador demasiado conocido y codiciado por muchos clubs. El Barça lo ha trabajado bien y parece que, si nada se tuerce, acabará jugando en el Barça este verano o el próximo.

Güler, por su parte, es un talento innato, un futbolista diferente que ha llamado muchísimo la atención en Europa los últimos meses. Tiene perfil Barça total, pero si no se da el paso ahora, dentro de unas semanas será casi imposible traerle. Hasta el Madrid está metiendo baza por él, pero Deco parece tenerle bien controlado. El Barça del futuro parece que comienza a construirse bien.