Opinión

Los días que Xavi señaló a Joao Felix y a Lewandoski

Xavi Hernández, serio en el banquillo del campo de la UD Las Palmas

Xavi Hernández, serio en el banquillo del campo de la UD Las Palmas / Valentí Enrich

Sin estridencias, sin malas caras ni críticas velasdas, Xavi Hernández ha señalado a dos jugadores trascendentales para el equipo por no estar a nivel. El primero de todos fue Joao Felix, a quien sustituyó el día del Almería, cuando el equipo no daba una de derechas en la primera parte, mostrando una actitud pasiva y suendo el portugués un claro ejemplo de esta desidia. El equipo reaccionó.

El segundo en tocar ha sido Lewandowski, un jugador que es una sombra de lo que fue. Desde que empezó el 2023, tras el Mundial, el polaco ha iniciado una decadencia y el Barça paga todas las consecuencias. Pocos goles, menos asistencias, es un bloqueo en el eje del ataque en vez de una solución y muchos espavientos contra sus compañeros por no pasarle la pelota al pie, al espacio o a la cabeza.

Siempre tiene una excusa, pero el Barça es quien sufre de esta falta de acierto rematador y de las pocas soluciones ofensivas que ofrece hoy en día el polaco. Por primera vez, Lewandowski fue sustituido para buscar otras variantes ofensivas y lograr que el Barça encontrase el camino al gol. Le costó, pero el Barça acabó remontando de la misma manera que pasó contra el Almería cuando se fue Joao Felix.

Xavi Hernández ya no tiene intocables, ya no tiene vacas sagradas ni jugadores que deben jugar sí o sí. El portugués es el niño bonito de Laporta, el polaco el preferido de Xavi... hasta el jueves.

Del rendimiento que vaya ofreciendo Vitor Roque dependerá de los minutos que tenga Lewandowski a partir de ahora. El brasileño es muy joven y habrá que ver si tiene el talento suficiente para ser el delantero centro titular del Barcelona, pero nada más llegar ya cuenta con muchas más opciones de jugar que cuando fue fichado. El rendimiento de Lewandowski y la decisión de Xavi de sentarlo por primera vez abren un nuevo escenario en el ataque azulgrana, demasiado previsible, sin chispa ni jugadores que se vayan en el uno contra uno. Algo está cambiando en el ataque azulgrana. Y más que debe cambiar.