Dembélé encarriló el homenaje a Piqué

En un día de máxima emoción con el adiós de Piqué, sorprendentemente, el Barça arrancó el partido con un ritmo bajo, exhibiendo un juego monótono y aderezándolo con el error en el primer penalti que le pitan esta temporada. Hizo falta la primera y única ocasión de gol del Almería, Ramazani puso a prueba a Ter Stegen, para que los de Xavi despertaran.

El dominio azulgrana fue abrumador ante un Almería replegado alrededor de un 5-3-2 que concedió muchas ocasiones. Curiosamente, el juego del Barça llegó por banda izquierda, donde la conexión entre Ferran Torres y Jordi Alba fue letal. Dembélé estuvo más apagado.

Sin embargo, un partido más, la falta de pegada pasó factura en un partido donde se suponía clave anotar pronto para que el Almería abriera líneas y habilitara espacios en su cobertura.

Dembélé al rescate

La grandeza del fútbol se justifica por acciones como la del gol de Dembélé. El francés, que estuvo disperso en el primer tiempo, aprovechó una contra en la primera vez que la defensa del Almería no estaba armada para romper el cerrojo visitante.

A partir de ese momento, todo resultó mucho más fácil, generándose superioridades y circulando el balón con enorme fluidez. El gol de Frenkie en una de sus innumerables aproximaciones al área, el cambio de defensa del Almería y la falta de tensión del partido fueron complementos para acompañar en el gran homenaje a Gerard Piqué.

No me gustaría acabar el análisis del partido sin una mención especial a Pedri, un jugador que ayer manejó los tiempos del equipo con enorme maestría. Y además acabó el encuentro sin una sola pérdida de balón.