Sinner acaba con Rublev y se cita con Djokovic

El tenista italiano firmó un partido muy completo ante el ruso y se confirma como favorito

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Sinner, durante un partido en Melbourne

Sinner, durante un partido en Melbourne / EFE

Cristina Moreno

Cristina Moreno

El italiano Jannik Sinner se impuso al ruso Andrey Rublev (6-4, 7-6, 6-3) en los cuartos de final del Open de Australia en un duelo dinámico, atractivo y de alto nivel tenístico. El de San Cándido presentó candidatura al título antes de enfrentarse a Novak Djokovic por un puesto en la gran final de Melbourne.

El tenista transalpino partía como favorito por ranking y por balance en sus duelos directos (4-2) y ejerció como tal desde el inicio. Ya en el quinto juego, el italiano dispuso de tres bolas de break y a la primera certificó el golpe, haciendo gala de una gran defensa. No necesitó más el tenista de San Cándido que, sin necesidad de grandes despliegues se impuso en la primera manga por 6-4 en apenas 38 minutos.

La dinámica no fue diferente en el siguiente parcial, donde un Sinner más fresco se anotaba con facilidad sus servicios y ponía contra las cuerdas a Rublev al resto. Intentó el moscovita subir el nivel y dispuso de una bola de rotura en el cuarto juego que Jannik resolvió con el quinto ace del partido. Aunque le pudo la presión al italiano y a renglón seguido cometió una doble falta. Solventó la situación, tras ocho minutos de disputa, para poner el 2-2 en el marcador.

En el sexto juego, Rublev volvió a disponer de una bola de 'break' que respondió igualmente el italiano, con un 'ace', pero no estaba en plena forma Sinner, que se tocaba recurrentemente el abdominal con gestos de molestia. Superado aparentemente ese contratiempo, el set continuó con una espectacular batalla por cada intercambio, por cada punto, por cada servicio. Tras un duodécimo juego larguísimo, el desenlace se fue al 'tie-break' donde Sinner remontó un 1-5 para anotarse el segundo set y desesperar a su rival.

Todo un jarro de agua fría que espoleó al de San Cándido. Mientras Rublev empezó a acusar el esfuerzo física y mentalmente, Sinner sacó su lado más racional y desplegó todo un arsenal de golpes contra los que pudo hacer el ruso. Aguantó cuanto pudo pero acabó cediendo ante la calidad de un Jannik Sinner que aspira a todo.