Mundial

Aitana Bonmatí: "Toca soñar en grande"

La centrocampista del FC Barcelona y de la selección española atiende a SPORT antes de las semifinales del Mundial

"Ser ambiciosa no significa creerte que vas a ser campeona"

Aitana Bonmatí: "Las ganas de llegar lejos estaban ahí"

Maria Tikas

Maria Tikas

Cuando Aitana Bonmatí (Sant Pere de Ribes, 1998) tiene un partido importante y se va más de una noche fuera se lleva su almohada de casa. La acompañó a Eindhoven, donde se proclamó campeona de Europa con el FC Barcelona por segunda vez, y también a Nueva Zelanda. 

No es un amuleto sino una forma de vivir. Cuida todos los detalles de su vida para ser mejor futbolista. "Sufro de cervicales, soy mucho de mi almohada", explica a SPORT y Prensa Ibérica en Auckland, sede de la semifinal del Mundial entre España y Suecia. "No puedo estar adaptándome cada vez que voy a un hotel. Y, aquí, hemos cambiado más de hoteles que de bragas, casi. Y la almohada me está ayudando mucho". 

¿Eres tan exigente contigo misma en la vida como en el fútbol?

Yo creo que sí. Pero vaya, el fútbol es casi toda mi vida, así que soy así siempre. 

¿Lo eras ya en el colegio?

Uf, sí, sí. Y de compararme y ver quién tenía mejor nota y esas cosas [ríe]. Cuando ya fui más mayor no, eh. Pero sí que siempre quería el nueve y el diez.

¿Cómo trabajas, más allá de los entrenamientos, para ser la mejor?

Ser futbolista profesional no es solo entrenar y ya está, y te olvidas. Es estar pendiente de lo que haces veinticuatro horas al día y así lo hago yo. Ya desde hace unos años tengo un equipo detrás de mí que me ayuda a ser mejor, más allá de lo que tengo en el club y en la selección, que, obviamente, me quedo un poco de todos.

¿Y cómo es ese equipo?

Un psicólogo, un fisio, un preparador físico, un nutricionista… Obviamente, mis representantes me ayudan mucho. No sé si me he dejado alguna pieza importante más, diría que no. Son personas que me han ayudado mucho a desarrollarme y ser quien soy a día de hoy, a crecer como lo he hecho. Estoy muy satisfecha y contenta de tenerlos alrededor y de confiar en ellos.

Cuando arrancó el Mundial te echaste un equipo a las espaldas que ha pasado por mucho este año. ¿Cómo se lidera en este contexto?

Soy una jugadora con ambición, tengo mi carácter y mi personalidad y esto lo demuestro en el campo. Creo que tenemos jugadoras extraordinarias y cada una aporta lo que es mejor para el equipo. Así como mi exigencia es máxima con todo, yo siempre intento dar lo lo mejor de mí para ayudar al equipo.

Ves todo lo que ha sucedido y aún así estáis en semifinales del Mundial, algo que nunca antes había logrado la selección.

No me gustaría centrarme en lo que ha pasado este año sino en el presente. Estamos haciendo un gran torneo, pese a la derrota ante Japón, que creo que nos ayudó para aprender de los errores y llegó en buen momento, mejor más temprano que tarde. Me gustaría centrarme en el equipo que somos ahora, hemos llegado a semifinales y nada, dice mucho de nosotras. Ahora solo toca soñar en grande. 

¿Cómo de importante ha sido ir partido a partido y no hablar ya de la final como han hecho otros países? 

Es que, para mí, que tú seas ambiciosa y empieces el Mundial sabiendo que puedes tener opciones de llegar lejos no significa que tienes que creerte que vas a ser campeona, para mí eso es un error. El equipo se va construyendo poco a poco, va haciendo camino, va cogiendo confianza según las sensaciones y los resultados. Así es como lo hemos hecho. No somos un equipo crecido, todas sabemos el potencial que tenemos, pero nunca expresamos que creemos que vamos a ganar algo porque es muy difícil.

Este Mundial es un ejemplo de ello.

Exacto, ya se ha visto como grandes selecciones han caído en fase de grupos o en octavos. Hay que ir con cuidado con lo que se dice. Pero una cosa no quita la otra, la ambición y las ganas de llegar lejos estaban, obviamente. 

En Suecia repiten que la experiencia que tienen en grandes torneos es un punto a favor para ellas, sin embargo, varias de vosotras habéis jugado tres y cuatro finales de la Champions.

Sí, muchas de nosotras hemos estado en citas muy importantes con nuestros clubes y creo que no debe ser una excusa que no hayamos estado antes en unas semifinales de un Mundial. Hemos soportado otros momentos de gran presión y de cara o cruz, por lo tanto estoy tranquila en este sentido, de que muchas de nosotras hemos vivido experiencias similares y las hemos superado con creces. Hay gente de nuestro equipo que no, pero están haciendo un gran Mundial igualmente y eso lo dice todo.

¿Qué tiene España para ganar a Suecia?

Tenemos una gran gestión de los momentos del partido, del juego, de cómo hacer daño, cómo atacar espacios. Somos un equipo más completo, como se está viendo en este Mundial. Tenemos más llegada, más gol. El otro día a pesar de quedar 2-1 tuvimos ocasiones muy claras en el primer tiempo, algo que antes creo que no pasaba. Tenemos muchos recursos, ellas también. No me gustaría comparar, son diferentes. Pero confío en lo que tenemos para pasar a la final. 

Te enfrentas a Fridolina Rolfö, compañera y, sobre todo, amiga. 

Hemos ido hablando durante todo el Mundial. Nos hemos dado ánimos, suerte, felicidades cuando hemos ganado. Ahora es curioso enfrentarme a ella, nunca lo hemos hecho a nivel de selecciones. Va a ser muy especial, seguro, no solo por lo gran futbolista que es sino por la gran persona que es. 

Está siendo un año increíble para ti. ¿Qué significaría llegar a la final del Mundial?

Hemos hecho una temporada espectacular en el Barça. Llegar a la final con la selección… Ya ganarla sería la hostia, pero solo con llegar a la final sería un año perfecto.