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Dembélé, ante la segunda estrella: su relación con Messi y el cambio con 2018

El francés está aún más motivado que en la anterior Copa del Mundo, donde su papel era mucho más secundario con apenas 20 años

Se encuentra totalmente integrado en el ecosistema montado por Deschamps y el hecho de verse las caras con Messi, que siempre le mostró cariño, le añade un plus de singularidad

Francia - Polonia | El partido de Dembélé

Dembélé, decisivo en ataque ante Polonia con una asistencia a Mbappé / SPORT.TV

Sergi Capdevila

Sergi Capdevila

Cuando Ousmane Dembélé se hizo con su primera Copa del Mundo tenía 21 años recién cumplidos. Había cumplido su primera temporada en el Barça, donde no había disfrutado de mucha continuidad tras una lesión importante en uno de sus primeros partidos contra el Getafe. Aun así, Deschamps decidió llevárselo a Rusia y el de Évreaux pudo sumar su primera estrella en su primera participación. Eso sí, tuvo un papel bastante secundario: 165' repartidos en cuatro partidos de los siete que disputó el combinado galo. Sin goles ni asistencias.

Era consciente el futbolista del Barça que de cara a la cita mundialista en Qatar de este 2022 su rol iba a ser radicalmente distinto. Y así está siendo. Titular indiscutible para el seleccionador, que aprecia la madurez que ha adquirido en el Barça. De hecho, Deschamps charló con el jugador antes de la competición y le pidió que continuara con ese trabajo y esa versión mostrada en el Barça los últimos meses.

De hecho, estamos viendo una versión de Ousmane en Qatar de mucha presencia en campo propio. Junto al otro azulgrana de la selección gala, Koundé, están cubriendo la banda derecha. El Dembélé de Francia encara menos que en el Barça (con Mbappé en el otro costado obviamente menos balones pasan por él), pero cuando lo hace es más certero. Francia no tiene problemas en replegarse atrás cuando se pone por delante en el marcador y conceder el dominio al rival. Y eso implica un trabajo táctico importante en su propia parcela de terreno.

LA RELACIÓN CON MESSI

El caos es que, según ha podido saber SPORT, Dembélé está aún más motivado e implicado que en la primera estrella de 2018. Precisamente porque se siente mucho más protagonista y partícipe que por aquel entonces. Más maduro y una pieza más determinante del engranaje de Deschamps.

Además, el hecho de cruzarse con Leo Messi en la gran final le añade algo especial. Leo siempre mostró una 'debilidad' por el galo. Lo protegió, le dio cariñó y no escondía que le llamaba atención la calidad que atesora el ex del Dortmund. En los rondos, especialmente, era donde Ousmane lo dejaba más boquiabierto. Se verán las caras en uno de los partidos del siglo. Y con la dorada en juego.