Pol Espargaró: "Ya contaba con la presión en Honda"

"Marc aún no está bien, aunque la moto tampoco funciona como debería y en Japón lo saben", subraya 'Polyccio'

A pesar del mal inicio de su aventura en el Repsol Honda, asegura que "no me vale un ‘top 5’ . A estos colores les corresponde luchar por ganar"

Pol Espargaró, en el Circuit de Barcelona

Pol Espargaró, en el Circuit de Barcelona / Valentí Enrich

Laura López Albiac

Laura López Albiac

Pol Espargaró afronta su primer Gran Premio de casa con los colores del Repsol Honda y, pese a sus problemas en este inicio de temporada, intenta trasladar un mensaje positivo.

Cuando llegó a Honda dijo que este equipo le endurecería o le destruiría. ¿Cómo ve ahora mismo la situación?

Es cierto que las cosas no están saliendo como nos gustaría, pero nada es bueno o malo del todo, siempre hay grises. Estamos en un momento complicado y si llevásemos dos años sin encontrar soluciones sería pesimista, pero hemos hecho solo seis carreras y quiero ser positivo.

¿A qué atribuye las dificultades que están sufriendo?

Con la pandemia la moto no ha podido ser evolucionada en cuanto a motor y es ahí donde tenemos los problemas más graves de tracción. Pero Honda es una gran fábrica y confío en su capacidad de reacción. Creo que los problemas se solucionarán y yo pondré todo de mi parte.

¿Se siente más presionado que nunca?

Sí, pero es una presión autoimpuesta y es lógica. Yo al venir a este equipo ya sabía que eso iba en el pack. Sabía que correr en Honda significa estar delante. Soy el primero que se presiona, no me gusta perder a nada y cada día intento mejorar. Si por ejemplo acabásemos este gran premio entre los cinco primeros no estaría satisfecho, porque a estos colores y a esta moto no les corresponde eso, sino luchar por ganar como ha hecho Marc los últimos años.

Hablando de su compañero, ¿cree que volverá a ser el de antes?

Sí, sin duda, lo conseguirá ya esta temporada. No está lejos. A una vuelta ya es muy rápido. Cuando la moto esté al nivel, Marc estará delante, pero antes la Honda debe dar un pasito.

¿Es una moto tan crítica o hecha a la medida de Marc como dicen?

Es injusto decir que es una moto hecha para Marc. Honda quiere ganar y con él ganaba, así que es normal que siguieran sus indicaciones. Es bastante crítica en algunos puntos, no es fácil y no es muy estable, pero si queremos algo fácil ya tenemos la play station.

Los cuatro pilotos de Honda están sufriendo. ¿En Japón escuchan sus inquietudes?

Sí. Ellos son los primeros que quieren soluciones y resultados. Los pilotos nunca estamos contentos con lo que nos dan pero en este Mundial hay más nivel que nunca y varias fábricas con presupuestos muy altos.

¿Qué falla en la ecuación?

Para que todo encaje hace falta experiencia, más tracción, un poquito de fiabilidad en el tren delantero. Si tenemos más grip, seremos más rápidos, tendremos más confianza y llegarán los resultados. Es un pez que se muerde la cola. Marc no está bien, pero la moto tampoco está funcionando como debería y los japoneses lo saben, así que estamos en la línea de trabajo para mejorar. En el test del lunes probaremos chasis y electrónica buscando fiabilidad del neumático a final de carrera. Hay poca información y necesitamos encontrar la dirección clara a seguir.

En Aprilia , a su hermano Aleix le va mejor que nunca...

Me alegro por Aprilia, es un premio porque llevan muchos años trabajando para mejorar y han dado un paso adelante, con mi hermano a la cabeza. Es un premio que merecen y creo que pronto puede llegar algún podio. Pero también estoy cabreado de que Aprilia le gane a Honda, eso no es bueno.

Viñales ha sido padre recientemente y ya es el tercero en la parrilla junto a usted y Aleix. ¿Cómo cambia la mentalidad?

Depende de cada uno. Stoner, por ejemplo, se retiró para cuidar de su hija. En mi caso estoy más motivado. Le da más sentido a lo que hago, también más estabilidad, más alegría... al llegar a casa te ayuda a evadirte de los problemas.

¿Cómo se sobrepone un piloto a un drama como el de Jason Dupasquier?

No hay situación más traumática que esa para un piloto. Y más como ocurrió en Mugello, con un minuto de silencio y todos llorando al enterarnos justo antes de empezar la carrera. No somos máquinas, somos humanos que nos subimos a máquinas que van muy rápido. Y estábamos a punto de comenzar una carrera en la que llegas a 350 km/ a la primera frenada. Hay que gestionarlo de otra forma.

Queda mucho Mundial, pero ¿a quién ve campeón en 2021?

Fabio (Quartararo) es el hombre a batir. La moto funciona, él tiene las cosas claras, juventud y ese punto de locura e impaciencia para conseguir lo que quiere. Y no tiene un claro rival entre las Ducati.