Las Ducati, principal amenaza para Espargaró

Habrá tres candidatos al título grande de MotoGP de tres nacionalidades distintas

"Deberé de pilotar en 'modo Dios' para ganar a las Ducati", dijo el piloto

Pecco Bagnaia, piloto de Ducati

Pecco Bagnaia, piloto de Ducati / ALEJANDRO CERESUELA

Emilio Pérez de Rozas

Emilio Pérez de Rozas

Quedan ocho grandes premios. Quedan 200 puntos en juego. Hay, especialmente, tres candidatos al título grande de MotoGP, de tres nacionalidades distintas, de tres marcas diferentes, con tres edades y estilos diversos. Hay quien piensa que estamos ante la carrera que puede significar un antes y un después de todo. Austria, Spielberg y la flota Ducati parece parecen ya dispuestas a asaltar, lideradas por ‘Pecco’ Bagnaia, el trono de Fabio Quartararo (Yamaha), siempre con el permiso de un fabuloso Aleix Espargaró (Aprilia), que jamás, jamás, se rinde.

La parrilla del Gran Premio de Austria estará liderada por cuatro ‘Desmosedici’. ¿Sus nombres? Enea Bastianini, que parece ya confirmado como piloto oficial de la firma de Borgo Panigale para el 2023 en perjuicio de Jorge Martin, Bagnaia, Jack Miller y el propio Martín, sí, Martín, que le mete más coraje que nadie. E, inmediatamente detrás, el ‘Diablo’, que se la juega siempre. Y, cerrando la tercera fila, Aleix Espargaró, que no cree estar lejos “en un circuito que me cuesta horrores”.

Motos que vuelan

“Las Ducati aquí tienen un comportamiento estratosférico, es una pasada como van, pero, bueno, esto en MotoGP y puede pasar todo. En Silverstone, Bagnaia no tenía nada de ritmo y ganó a lo bestia; aquí, es veloz y protegido por un montón de Ducatis y veremos, veremos”, señala el de Granollers.

Cuando le preguntan al ‘Diablo’ si se ve ganando a las Ducati, Quartararo hace un guiño al periodista y le dice. “¿Qué hago, me río? Todo es posible, desde luego. Como dice Aleix, esto es MotoGP, pero ¿sabes cómo van los niveles de los videos juegos? ¿sí?, pues ya sabes, fácil, medio y ‘nivel Dios’, pues eso, tendré que pilotar a ‘nivel Dios’ para poder ganar a las Ducati pero, repito, esto es motoGP, esto en deporte, puede pasar todo”. Y Quartararo enlazó diez carcajadas seguidas, con su tradicional desparpajo.

“De momento”, cuenta Jorge Martín, uno de los chicos más atrevidos y aguerridos de la parrilla, “a mí no me han dado orden alguna desde Ducati y, por lo tanto, voy a salir a ganar, en un circuito que me encanta”. “Lo dije ayer y lo repito hoy, es maravilloso que estemos tantas Ducati delante, pero yo debo hacer mi trabajo, que es salir con la intención de ganar, no con la intención de que me ayuden mis compañeros de marca, pues aún estoy lejos del líder, es decir, a 49 puntos, casi dos victorias”, señala Bagnaia, que viene de vencer en Assen y Silverstone.

El 'Diablo' está solo

Es evidente, como reconoce el ‘Diablo’ y confiesa Aleix en cada charla, que los tres candidatos solo piensan en sí mismos. De momento. Es más evidente aún, que Quartararo se sabe muy, muy, solo pues la segunda Yamaha, simplemente, no existe. Aleix ha recuperado al mejor Maverick Viñales e, insisto, Bagnaia tiene al mejor ejército jamás construido. Pero Spielberg, la nueva ‘chicane’ y, sobre todo, el clima, aunque todo el mundo pronostica que no lloverá, será importantísimos en la carrera de mañana.

Y otro punto más, me olvidaba: Quartararo lleva dos carreras, tras las vacaciones, insistiendo en que, cuando sale desde atrás (por ejemplo, desde la segunda fila como ocurrirá en Austria) y se sitúa en tráfico, le cuesta un horror adelantar, pues su Yamaha se convierte en una moto muy difícil de pilotar. Lo mismo explicaba Marc Márquez sobre su Honda RC213V actual.