Las claves del Gran Premio de Catar

Rins, impresionante en Catar

Rins, impresionante en Catar / AFP

Josep Viaplana

Josep Viaplana

Podría centrarme en el triunfo de Dovizioso, que le confirma como un serio candidato al título, o al carrerón de <strong>Márquez</strong>, que salió muy bien parado de un circuito que no le gusta o a la sorpresa de ver a Cal Crutchlow en el podio tras superar una grave lesión. También de la decepcionante actuación de Maverick Viñales, que después de haber hecho la pole no pudo estar nunca en condiciones de ganar la carrera, o de Jorge Lorenzo, lejos de los de delante pese a que tiene la excusa de que está aún mermado físicamente. Sin embargo, me centraré en Valentino Rossi

1. Valentino Rossi canta los ‘cuarenta’

El italiano, que ya ha cumplido los cuarenta años, volvió a ofrecernos una lección de amor propio y, sobre todo, de capacidad de gestión de carrera. Decimocuarto en la parrilla, remontó hasta la quinta plaza final, siendo el primer piloto de Yamaha en la línea de meta. ‘Il dottore’ se transforma los domingos, donde nos acostumbra a ofrecer su mejor versión y, pese a que no pudo empezar con un podio como en el 2018, habrá que estar atentos a él. Ha perdido velocidad, pero gestiona mejor que nadie.

2. El año de la igualdad y sin pronósticos

Tres motos diferentes copaban la primera línea de la parrilla y entre los cinco primeros de la carrera hubo cuatro fabricantes distintos. El Mundial ha empezado, simplemente, cómo se esperaba. Lo habíamos bautizado como el campeonato de la igualdad y, ciertamente, el GP de Catar confirmó todos los pronósticos. Ganó, como hace un año, Andrea Dovizioso sobre una maniobra idéntica a la de entonces a Marc Márquez, pero el panorama que se adivina es, hoy, absolutamente opuesto porque hay diez pilotos que pueden optar al podio.

En una carrera muy condicionada por el neumático delantero, por la temperatura de la pista -en horario nocturno- y la humedad del desierto, hubo un paquete de ocho pilotos luchando juntos hasta que se cubrieron dos tercios de la misma, 15 de las 22 vueltas programadas. Yamaha, que había hecho la pole con Viñales, se quedó fuera de las posiciones de honor, pero la confirmación del potencial de la Ducati, la notable mejoría en velocidad punta de la Honda y el equilibrio de la Suzuki constataron que estamos ante un campeonato apasionante.

3. Álex Rins y Joan Mir, protagonistas

La pretemporada ya nos ofreció algunos detalles para pensar que este año las Suzuki podrían ser protagonistas y, bajo este prisma, no salimos defraudados. Impresionante Álex Rins, que luchó desde la segunda vuelta a la penúltima por la victoria y al que al final se le escapó el podio. Al barcelonés, cuya moto se ve muy bien equilibrada en curva, le faltaba velocidad en recta y para limitar los daños se tenía que jugar la vida en cada frenada fuerte y ello provocó que se colara ligeramente en algunas curvas y que ello le costara un podio del que se había hecho acreedor.

Me gustó la suficiencia con la que pilotó Rins, su desparpajo, pero también quiero destacar el excepcional debut de Joan Mir en MotoGP. El mallorquín, campeón del mundod de Moto3 en 2017, estuvo genial, siendo no solo el primer rookie sino también luchando la primera mitad de la carrera por el podio y, pese a que se quedó sin neumático trasero al final, llevando de cabeza a Viñales. Excepcional.