Al Hussein: "Arriesgué mi vida para no defraudar a millones de refugiados"

Mantuvo en secreto que un pulmón no le funciona para que nadie le impidiera competir

“El médico me recomendó enfáticamente que no nadara, pero quería venir aquí para entregar un mensaje"

Al Hussein acabó exhausto su prueba al nadar con un solo pulmón

Al Hussein acabó exhausto su prueba al nadar con un solo pulmón / Paralympics

Àngels Fàbregues

Àngels Fàbregues

Ibrahim Al Hussein, refugiado nacido en Siria y que encontró en Grecia su actual refugio, desveló tras haber nadado sus dos pruebas que lo hizo arriesgando su vida.

El nadador reveló tras nadar los 50 libres S9 que sufre una afección pulmonar y que antes de viajar a Tokio estuvo en el hospital durante dos semanas porque su pulmón derecho no funciona: "Fue mi peor carrera en dos años. Incluso en Grecia, tuve mejores días", aseguraba el sirio.

Pero por fin pudo explicar su situación real en Japón: “Hablaré honestamente ahora. Esta es la primera vez que hablo de eso. Antes de venir a Tokio, estuve en el hospital durante dos semanas. Tengo algo en mi pulmón derecho. Literalmente estaba nadando usando un pulmón", confesó para sorpresa de todos.

Al Hussein tenía claro que nada le detendría para poder competir en Tokio 2020 y nada es nada: “Arriesgué mi vida viniendo aquí porque mi pulmón derecho no funciona. Pero vine aquí para transmitir un mensaje que representa a millones de refugiados en todo el mundo", recordó tras explicar que probablemente pasará por el quirófano cuando regrese a Grecia.

Su mensaje es claro: “Ni siquiera mi equipo sabía nada de esto. Hay miles y miles de atletas refugiados discapacitados que cuentan conmigo, así que no quería defraudarlos ".

El médico le recomendó no competir

Ibrahim todavía no tiene un diagnóstico claro del problema que padece en el pulmón, pero el doctor consideró que no debía nadar: “El médico me recomendó enfáticamente que no nadara, pero quería venir aquí para entregar un mensaje", explicó tras relatar que respiraba con un solo pulmón y que se esforzó para ser el máximo competitivo.

Una vez se opere de su afección pulmonar, los planes de Al Hussein pasan por regresar a las piscinas: “Debería volver, definitivamente. A las sedes, a las piscinas para volver a competir. Sé que millones de atletas me esperan, esperan que haga lo mejor que pueda".

Ibrahim Al Hussein es un deportista muy sensibilizado con los refugiados, tanto que incluso ha creado un equipo de baloncesto en silla de ruedas para ellos en Grecia en el que ya cuenta con 17 jugadores que espera que puedan disfrutar algún día de unos Juegos Paralímpicos: "Muy pronto se verá el equipo de refugiados de baloncesto. Este es el equipo que construí".

Las oportunidades que le ha dado la vida

El nadador sirio es un auténtico superviviente: “Cuando me bombardearon la pierna, seguí con vida. Creo que Dios quiere que me mantenga vivo con un propósito que no es otro que ayudar a la gente. Por eso estoy haciendo lo que hago ahora mismo. Yo, Ibrahim Al Hussein, no me represento a mí mismo. Represento a los demás".

Finalmente el sirio tiene claro cuáles son ahora sus colores en unas paralimpiadas: “Represento solo al equipo de refugiados y estoy orgulloso de hacerlo. Es la bandera paralímpica más fuerte y es la primera bandera que se muestra en la ceremonia".