Unos paralímpicos que dan vida

En unos Juegos Paralímpicos siempre hay historias detrás de los protagonistas, la mayoría de ellas muy dolorosas. Es el caso de los deportistas refugiados

En Bilbao, la capitana del equipo de basket en silla de ruedas afgana y su marido vuelven a sonreír

Ibrahim Al Hussein y Alia Issa, durante la rueda de prensa

Ibrahim Al Hussein y Alia Issa, durante la rueda de prensa / AFP

Àngels Fàbregues

Àngels Fàbregues

Emocionante la rueda de prensa que se vivió ayer en Tokio con dos deportistas refugiados de protagonistas y un jefe del equipo Refugee Paralympic Team (RPT). Son aquellos aspectos que van mucho más allá del deporte y que, cuando se habla del deporte paralímpico, cobra más importancia si cabe.

Se trata del nadador Ibrahim Al Hussein y de la atleta de lanzamiento de disco Alia Issa, ambos refugiados sirios que viven en Grecia así como del ‘chef’ Shahrad Nasajpour, refugiado iraní que vive en los EE.UU.

Son tres ejemplos de superación que han tenido que renunciar a sus orígenes para salvar la vida y que han encontrado en el deporte la mejor escapatoria para aparcar sus problemas sociales y verse integrados en un grupo donde sus nombres, sus lugares de nacimiento, sus pensamientos, sus religiones pero sobre todo sus discapacidades no condicionan.

“Represento a 82 millones de refugiados en el mundo. Entre ellos, hay 12 millones de refugiados con discapacidades y yo represento a esas personas en la competición. Me gustaría transmitir un mensaje para que puedan avanzar hacia los Juegos Paralímpicos de 2024”, decía el nadador sirio, emocionado por los muchos mensajes de niños japoneses que ha recibido antes de iniciar la competición paralímpica más importante del mundo.

Por su parte, la lanzadora, que además será la abanderada del equipo de refugiados, aseguró que “estoy muy orgullosa y muy feliz. Cuando empecé a lanzar nunca creí que estaría aquí con el RPT y menos que podría izar la bandera en Tokio. Nunca creí que estaría en los Juegos Paralímpicos”. Insistió en todo aquello que veía imposible: “Nunca creí que fuera la primera mujer refugiada paralímpica. Es un gran honor para mí estar en este equipo. Estoy un poco nerviosa por eso”, dijo con una sonrisa.

No dudó en lanzar un mensaje a sus ‘homónimas’: “Quiero hacer una llamada a las mujeres con discapacidades: no te quedes en casa. Intenta todos los días con los deportes estar al aire libre en el mundo. Espero ser el primer ejemplo a seguir”.

DE TOKIO A BILBAO

A muchos kilómetros de distancia, los que separan Tokio de Bilbao, otros dos deportistas están pasando por un momento similar al que sufrieron Ibrahim y Alia. En Afganistán los talibanes están obligando a la población afgana a ‘escaparse’ de su país para salvar la vida. Son muchas las llamadas de auxilio que llegan desde este país en guerra y una de ellas le llegó al periodista de guerra Antonio Pampliega. Nilofar Bayat, capitana del equipo de basket de silla ruedas afgano, y su marido Ramish mandaron un SOS desesperado del que el periodista se hizo eco en las redes sociales. Txema Alonso, periodista y presidente del Bidaideak, asociación de personas con discapacidad con varias secciones deportivas, entre ellas el basket en silla de ruedas, no dudó en ofrecerse para acoger al matrimonio en Bilbao. Ellos no estarán en Tokio compitiendo, pero llegaron a Bilbao sanos y salvos y ya son uno más en la familia del Bidaideak, donde han encontrado refugio. 

Sí está en Tokio Alonso, quien nos explicó que “les abrimos la puerta de nuestra casa, convencidos de que viviendo la situación por la que estaban pasando, les reconfortaría saber que alguien ya les esperaba. Desde que contactamos con ellos, sentimos que eran parte de un nosotros que va más allá de las siglas de un club”.

El periodista del Deia confiesa que “sólo les hemos mandado nuestro ongi etorri que hicimos público ayer, y contactado, de nuevo, para ponernos a su disposición. Pero nada más. Ni fichajes, ni ofertas profesionales. En su momento, sólo les ofrecimos apoyo moral, solidaridad y un destino, si lo precisaban, a donde ir. Y es lo mismo que hacemos ahora. Sabemos que tienen muchas cosas en las que pensar antes que en retomar el basket en silla de ruedas”.

Alonso nos explicó en Tokio que otros dos deportistas han llamado a su puerta: “Latifa y Sayed Wasim nos han lanzado un SOS al mail del club y hemos trasladado ya al gobierno español su solicitud de expatriación”.