Del asfixiante calor de la calle, al congelador de las salas de prensa en los Paralímpicos

En la calle estamos hoy a 35 grados, lo que ha obligado a suspender algunas competiciones como la de tenis en silla de ruedas

En las salas de prensa y los hoteles, los aires acondicionados van a tope... ni caso a los aconsejables 25 grados

Tokio se ha levantado hoy con un calor asfixiante

Tokio 2020 / AFP

Àngels Fàbregues

Àngels Fàbregues

Sabíamos que en Tokio nos esperaba calor, humedad, nubes y lluvia a partes iguales durante los Juegos Paralímpicos. Un poco de todo. Si bien estos días hacía un calor más soportable -al menos para una friolera como yo- la realidad es que este viernes el termómetro ha subido como la espuma y los 35 grados que marcan se convierten insoportables bajo el sol y con una humedad del 57% que hace que la sensación térmica sea de 40º.

Los partidos de tenis en silla de rueda previstos para esta mañana fueron aplazados a causa de las altas temperaturas -la reglamentación indica que hay que parar la competición si la temperatura es superior a 28º- y solo pudieron disputarse los duelos programados en la pista central, que tiene techo. Los paraguas por las calles son una constante. Pues no es tan mala idea eso de llevar paraguas para parar el sol.

Pero sin duda el mejor refugio para los calurosos son las salas de prensa o las instalaciones interiores. Ahí el frío está al orden del día. Los periodistas ya sabemos que una sudadera en la mochila es imprescindible. Aquí la recomendación de los 25º se la saltan por el forro y de 21º no subimos, aunque la sensación térmica la mesa que elijas puede ser de 18-19 grados.

Incluso en una instalación como la piscina, donde sudar suele ser lo más frecuente, el aire acondicionado acaba por calarte el frío y desear salir a la calle para rehacerte. Son muchos los que salen cinco minutos a recuperar sensaciones en el exterior para volver a entrar y aguantar de nuevo el frío del interior. Ideal para pillar un gran resfriado. Los pobres nadadores que acaban de competir y tienen que pasar por la zona mixta, acaban temblando y pidiendo toallas, chándals o camisetas para poder taparse.

En fin, que no deja de ser una anécdota más, pero hoy ha empezado a perjudicar a la competición así que será un tema a tener en cuenta a partir de ahora.