Roberto Carlos ya no es el que era

Roberto Carlos fue un gran futbolista, uno de los mejores defensas del mundo. Ahora es el mejor bufón en las salas de prensa y un elefante moribundo en el campo. Sólo así se entienden las situaciones que provoca producto de la impotencia: Patadas por detrás en el área a jugadores sin balón (que aún no ha pitado ningún árbitro, cuando lo hagan, la prensa madrileña sacará las estadisticas "perjudiciales" para el equipo blanco), lesionar a los contrarios, provocar expulsiones y lo más grave, reirse de ellos en la cara. Este personaje multimillonario no es ni la sombra de lo que fue y hace lo que le da la gana en el campo únicamente porque el escudo que lleva en la camiseta le hace impune a todo.

En cuanto a lo de bufón en las salas de prensa... siempre arranca sonrisas. El mejor número del show es cuando juega a ser adivino. Hace un mes decía que su equipo superaría al Barcelona y sería líder.

Después de ese tiempo, el cuadro blaugrana ha ampliado a 8 su ventaja y, de no ser por el gol agónico de Soldado frente al Osasuna, el Real (como se llama la película que hay en los cines, que debe de ser de estas cosas de las que Florentino se saca eso de que son los mejores del mundo, de lo contrario es inexplicable) habría terminado la jornada fuera de los puestos de Champions. Roberto Carlos, sé listo y vuélvete a Brasil para que se te recuerde por el gran futbolista que ya no eres.