El hijo de Rodolfo Sancho confiesa haber asesinado y descuartizado a un hombre

El joven podría enfrentarse a una pena de muerte

Daniel Sancho fue detenido el pasado sábado

Rodolfo Sancho

Rodolfo Sancho / Coco Cuervo

Daniel Sancho Bronchalo, el hijo del actor Rodolfo Sancho, fue detenido en Tailandia el pasado sábado como sospechoso del asesinato de un hombre. Ahora se encuentra detenido en la comisaría de Koh Phangan, y el lunes podría ser trasladado a la isla de Samui para pasar a disposición judicial.

El fallecido es Edwin Arrieta Arteaga, un cirujano plástico colombiano de 44 años. El hijo del intérprete mantenía una relación sentimental con él desde hacía un año. "La víctima y el sospechoso se conocían antes de venir a Tailandia, y sus dudosas actividades indican que podía asesinar a la víctima. La investigación está en curso", declaró Panya Niratimanon, jefe de Policía de Koh Pha Ngan.

Daniel Sancho denunció el pasado jueves la desaparición de su amigo, y apareció en comisaría "con cortes y arañazos en su cuerpo". El joven de 28 años fue interrogado por la policia tailandesa. Esta asegura que, aunque en un principio se declaró inocente, finalmente confesó el crimen. En las declaraciones desvela que mató y descuartizó al colombiano por "celos" y temor de que "le engañara".

El español explicó que ambos fueron a una habitación, Edwin quiso tener sexo oral y él se negó. Daniel golpeó a la víctima y se dio un golpe con la bañera, dejándolo inconsciente. Tras esto, decidió cortar el cuerpo en catorce pedazos para después meterlos en bolsas de basura.

Según las primeras investigaciones, "las partes del cuerpo, incluidas caderas y muslos se encontraron en un basurero el jueves”. Otras fuentes aseguran que algunas partes del cuerpo descuartizado fueron arrojadas al mar.

A principios de semana, Daniel Sancho fue captado por las cámaras de seguridad comprando cuchillos, bolsas de basura y una sierra. Fuentes cercanas al hijo de Rodolfo Sancho aseguran que podría haber cometido el crimen tras estar "amenazado de muerte" y obligado por terceras personas.

Tras los hechos, según dicta el artículo 288, el joven podría enfrentarse a una pena de muerte, ya que Tailandia considera que el homicidio es uno de los delitos más graves que se pueden cometer.