Juego de tronos

FC Barcelona y Olympique de Lyon lucharán por la Champions en la gran final de San Mamés (18.00h)

FC Barcelona - Olympique Lyon: previa de la final de la Champions League femenina

Graham, antes de la final de Champions: "Estamos preparadas"

Graham hablo en rueda de prensa antes de la final de Champions de este sábado frente al Olympique de Lyion / María Tikas/Blanca Sánchez

Maria Tikas

Maria Tikas

Hoy puede ser un gran día, como reza la mítica canción de Joan Manuel Serrat. El FC Barcelona tiene una cita con la historia, una vez más. De todos los partidos de los últimos años este es, sin embargo, uno de los más importantes, sino el que más. Por contexto, por escenario, por rival y por el significado que tendría una victoria azulgrana.

La final de la Champions entre el Barça y el Olympique de Lyon es mucho más que una final. Es un juego de tronos que podría suponer un cambio -oficial, por decirlo de algún modo- de dinastía. Las vigentes campeonas, con cinco finales en los últimos seis años, más que ningún otro equipo, y dos títulos, contra las reinas históricas de la competición, que albergan ocho Copas de Europa en sus vitrinas. 

Los precedentes son todos a favor del Lyon. Nunca ha sido capaz el Barça de ganarle y ya sabe lo que es perder, no una, sino dos, finales. La de 2019, en Budapest, con un 1-4 para las francesas. El gol de Marozsán y un hatr-trick de Ada Hegerberg fulminaron al cuadro culé que tan solo pudo celebrar un tanto de Oshoala en el último minuto. Aunque esa final fue el principio de un lustro lleno de éxitos, un punto de inflexión porque llegaron mejoras en las condiciones -infraestructura, 'staff', entrenamientos, etc.- para hacer crecer al equipo.

Y la de 2022, en Turín, con un 1-3 que fue un jarro de agua fría. El Barça venía de hacer una temporada impecable, haciendo un fútbol espectacular, y de llenar dos veces el Camp Nou, con récords históricos. Pero Henry, Hegerberg y Macario acabaron en media hora con el sueño de las culés, a pesar de que Alexia marcó en el segundo tiempo. 

Mentalidad, madurez y experiencia

Desde Turín, sin embargo, ha cambiado mucho el Barça. Tanto las jugadoras como el técnico, Jonatan Giráldez, destacan un cambio, a mejor, en la mentalidad del equipo, la madurez y la experiencia. La gran mayoría de la plantilla sabe lo que es jugar una final de tal importancia, tanto con el club como en la selección -muchas de las futbolistas azulgranas disputaron y ganaron la final del Mundial-. Y de todas ellas han aprendido algo. 

Alexia, Aitana, Paredes, Patri y Mariona posan para SPORT

Alexia, Aitana, Paredes, Patri y Mariona posan para SPORT / Valentí Enrich / SPORT

El Barça sabe competir mejor y desenvolverse en distintos contextos, también adversos. Algo de lo que pecó, seguramente, hace dos años. Se adelantó el Lyon un poco contra todo pronostico y volvieron los fantasmas del pasado. No se lo creyeron. En cambio, en Eindhoven, hace un año, las azulgranas sí lograron sacar adelante una situación parecida y remontaron un 0-2 en contra el descanso para lograr la Segunda. Y en Londres, en Stamford Bridge, remontaron el 0-1 de la ida de las semifinales en Montjuïc, no hace ni un mes, con goles de Aitana y Rolfö.

Una final especial

Será una final especial, además, por el contexto que la rodea. Una final especial para Sandra Paños, aunque todo indica que la titular bajo palos será Cata Coll, porque será su última final con el Barça. Una final especial para Jonatan Giráldez, porque, después de tres años liderando al equipo desde el banquillo -y otros tres como asistente de Cortés-, también se jugará su último título y tiene la oportunidad de lograr lo que no ha logrado nadie hasta ahora con este equipo: el tan deseado póquer. Y estará acompañado de los suyos. De su familia, su mujer, Olaia, y su hijo, Cíes, que fue talismán en Eindhoven con solo ocho días de vida.

Y lo más importante es que se juega en casa. Se espera que haya cerca de 40.000 culés en San Mamés, que se han desplazado en avión, tren, bus y coche. Bilbao es y será azulgrana. La afición será esa jugadora doce que siempre es necesaria en una final. Ese último empujón que las jugadoras tanto valoran y a la que quieren devolver con la Tercera todo el cariño recibido a diario. Hoy puede ser un gran día