El secreto mejor guardado de La Masia

Una de las claves menos conocidas de La Masia es como el Barça trabaja a fondo y con rigor en la confección de plantillas de nivel desde el fútbol-7

Jugadores como Lamine, Gavi, Balde, Fort, Cubarsí o Guiu empezaron en el Barça jugando en el formato de fútbol-7

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Jaume Marcet

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Lamine Yamal empezó a jugar en el Barça con el Prebenjamín. Un año antes Héctor Fort y Marc Guiu también se estrenaron en el equipo de menor edad de la cantera del FC Barcelona con solo siete años. Pau Cubarsí ingresó en la cantera culé en edad alevín. Todos ellos iniciaron su etapa en La Masia jugando en el formato de fútbol-7. No es una casualidad. Centrocampistas como Bernal, Pau Prim, Guille o Toni que son algunas de las perlas con mayor proyección de la cantera del Barça también fueron captados para empezar a formarse en el club en edad prebenjamín. Otros jugadores que han debutado en los últimos años en el primer equipo como Gavi, Alejandro Balde, Nico González, Ansu Fati, Ilaix Moriba, Óscar Mingueza o Eric García también formaron parte del fútbol-7 barcelonista. 

El Barça cuenta con 17 equipos masculinos de fútbol. Más de la mitad, nueve, son de fútbol-7. Además del prebenjamín, el club blaugrana cuenta con cuatro benjamines y cuatro alevines aunque esta temporada la nomenclatura ha cambiado y ahora el antiguo Alevín A tiene la denominación de Sub-12 A, el Benjamín A es el Sub-10 A y el prebenjamín es el Sub-8. Las categorías ahora se dividen por año, un hecho que se ampliará las próximas temporadas al fútbol-11.

Yibrahan García juega en el Sub 12-B del Barça

Yibrahan García juega en el Sub 12-B del Barça / Valentí Enrich

Una apuesta de club

El coordinador del fútbol-7 del Barça Marc Serra y la dirección del fútbol formativo comandada por Jose Ramón Alexanko y Toni Hernández son conscientes de que la clave es acertar con la captación de los equipos benjamines y alevines. En su momento esta idea fue defendida por Albert Puig y también y con gran convicción por el dúo Jordi Roura-Aureli Altimira.

Acertar en la incorporación de jugadores entre 7 y 12 años es clave. El jugador de talento que suma muchos años de entrenamientos y partidos bajo el paraguas de la metodología Barça multiplica su rendimiento.

Jugadores, celebraciones, jugadas, goles y formadores del fútbol-7 del Barça (Paco Revert, en la imagen)

Jugadores, celebraciones, jugadas, goles y formadores del fútbol-7 del Barça (Paco Revert, en la imagen) / Valentí Enrich y FCB

Si se detectan a jugadores de gran potencial las facilidades y la inversión metodológica del Barça en estos jugadores provoca que puedan desarrollar y explotar sus virtudes. El Barça no busca jugadores para poder ganar sus Ligas. La mirada es a largo plazo buscando futbolistas con características que puedan ser interesantes para aplicar el modelo en el primer equipo. Han de ser jugadores de gran técnica y sobre todo con una buena lectura del juego y una óptima toma de decisiones. Evidentemente, todos los entrenadores tendrán la misión de pulir los defectos pero sobre todo incidir en las cualidades para que estas aparezcan en el terreno de juego.

Una diferencia crucial

La clave de todo es que la mayoría de clubs piensan que un buen fútbol base pasa por disponer de un equipo filial y un juvenil con jugadores de proyección pero la mayoría olvida que el inicio de todo está en el fútbol-7. La mirada a largo plazo del Barça provoca que los jugadores tengan absolutamente integrado en su ADN el idioma futbolístico del Barça. Cuando Lamine sabe leer el momento para tocar o pasar el balón en vez de regatear, además de su talento innato, en gran parte es gracias a todos los años en el fútbol-7 en los que ha asimilado los conceptos básicos del juego del Barça. 

El fútbol-7 es el secreto mejor guardado de La Masia