"El buen formador mejora la individualidad y consecuentemente la colectividad"

Xavier Vilajoana i Eduardo, miembro de la Junta Directiva del FC Barcelona como responsable del fútbol formativo Amateur, escribe en una entrada de su blog sobre cuál debería ser el papel de la victoria en la formación.

“Yo me pregunto: ¿debe ser la victoria un objetivo en sí mismo o quizás mejor planteárselo como una consecuencia de una buena formación?”, expone el empresario catalán.

Hace hincapié en que “el mundo del fútbol formativo olvida con demasiada frecuencia precisamente la individualidad del sujeto receptor de la formación”, priorizando el colectivo y descuidando que es el conjunto de individualidades la que forma y hace que funcione el grupo.

Explica que la distinción de las victorias que son fruto de la buena formación se hace “mediante el análisis de los jugadores como individualidades. Si cada uno de los integrantes de un equipo es capaz de asimilar y desarrollar lo que le corresponde, lo que ha aprendido, seguro que el resultado colectivo será una consecuencia”.

Por eso afirma que “el buen formador mejora la individualidad y consecuentemente la colectividad” y argumenta que la gran mayoría de equipos “suelen mejorar significativamente”, pero que los jugadores lo hacen “menos a menudo de lo que sería deseable”.

Concluye diciendo que es un error que los formadores sean “evaluados en función del resultado del equipo, y no en función de la mejora individual de los jugadores”, porque el propio formador termina priorizando el resultado a la formación y se anula “el objetivo real de los equipos formativos: hacer crecer y hacer progresar al jugador”.