El peculiar deseo de este soltero en 'First Dates': "Si yo soy la causa de que ella vuelva a ir a misa ya soy feliz"

Marcos ha venido al programa a encontrar a una mujer con la que casarse e ir a la iglesia

El peculiar deseo de este soltero en 'First Dates': "Si yo soy la causa de que ella vuelva a ir a misa ya soy feliz"

El peculiar deseo de este soltero en 'First Dates': "Si yo soy la causa de que ella vuelva a ir a misa ya soy feliz"

'First Dates' suele dejarnos momentos de lo más peculiares y extraños, al menos en ciertas ocasiones. Aunque el objetivo del programa es que los participantes encuentren el amor, no siempre se cumple.

El programa está presentado por Carlos Sobera. Se estrenó en 2016, y tanto ha sido su éxito que ha sido proclamado como un programa de referencia de Cuatro. Los espectadores pueden disfrutarlo de lunes a viernes a las 21:05 horas.

'First Dates' junta a parejas en una cita a ciegas. Estos participantes mantendrán una conversación durante una cena en la que se conocerán y verán si realmente son compatibles o no. Al final del encuentro, decidirán si han tenido gustos afines y quieren seguir conociéndose, o si, por lo contrario, prefieren no saber nada el uno del otro.

Michelle vino de Venezuela, hace un año que vive en España. Es abogada y ahora teletrabaja para Estados Unidos, ha venido al programa porque quiere encontrar una pareja con la que estabilizarse. "Los españoles solo quieren algo serio después de los 35 años". Para Michelle su sueño es casarse por la iglesia y a cenar con ella ha venido Marcos, estudiante de marketing y tambiém creyente: "voy a misa pero no estoy todo el día rezando y de rodillas al señor" pero también sale de fiesta.

Desde el primer momento ha surgido la chispa entre los dos, ella le ha preguntado si era alérgico a algo y el le ha dicho que ni queso, ni vino. A Michelle le ha podido la curiosidad sobre porque no podía tomar esos alimentos pero Marcos se ha empezado a sonrojar y no ha sido capaz de decirle el porque: "No puedo tomar vino, porque me crece el pepino" y "no puedo tomar queso, porque me pongo tieso", ha dicho entre cámaras.

Ambos creen en Dios, aunque Marcos un poco más que ella: va a misa todos los domingos y tiene un grupo en su parroquia. Los dos quieren casarse y tener hijos, y a pesar de que él hace esgrimas con espadas láser y Michelle quería a alguien muy normal, está dispuesta a tolerar su extraño hobbie. En la decisión final, lo han tenido claro: los dos quieren una segunda cita.