Vicente Moreno 'se salva' de la quema

No era fácil llegar al banquillo del Espanyol en el momento en el que lo hizo Vicente Moreno. Pero ‘mister ascensos’ asumió el reto. Tras una ajetreada salida del Mallorca, el de Massanassa llegó al RCDE Stadium y consiguió el objetivo de devolver al club a Primera. Ahora, el último triunfo contra el Real Madrid le ha afianzado en el banquillo blanquiazul, donde no ha llegado a estar en peligro pero sí hubo algo de runrún.

De hecho, el nerviosismo existió incluso en Segunda. El Espanyol era un transatlántico en la división de plata y a pesar de que estuvo durante casi toda la temporada en posiciones de ascenso directo no todo el camino fue de rosas. Un pequeño bache entre febrero y marzo puso en tela de juicio su capacidad para conseguir el objetivo, algo que a la postre logró de forma holgada. Ahora, en Primera, se ha visto en una tesitura parecida.

La exigencia es mayor este curso y teniendo en cuenta que la primera victoria no llegó hasta la jornada 6 las dudas ya se habían instalado en la parroquia periquita. Las sensaciones, a excepción del día contra el Mallorca, no habían sido malas pero los resultados no acompañaron al equipo.

Ahora, tras seis puntos en tres jornadas y yendo al parón con el ‘subidón’ de haber derrotado con justicia al Real Madrid, el proyecto de Vicente Moreno se ve reforzado. El objetivo no es otro que conseguir la permanencia sin apuros y luego tener licencia para soñar.

Metas parecidas tenían Paco López y Míchel en el Levante y el Getafe, respectivamente. Sin embargo, la paciencia ha escaseado con ellos, que no lograron ganar en este inicio, y han sido los primeros cesados. Moreno, por ahora, se salva.