Los retoques del Manchester City

El Manchester City ha alcanzado su cénit. A nivel de juego y resultados. Su espectacular tramo final de temporada le ha consagrado como uno de los mejores equipos de la historia. Se ha colado dentro de ese elenco de elegidos que han conseguido un triplete y tiene las opciones del sextete más vivas que nunca. Su eliminación en la Carabao Cup es el único lunar que le impide luchar por el heptaplete, algo inaudito en la historia del fútbol. Pero el deporte rey, como la vida, no da tregua. Tras una merecida celebración, poco a poco el club ya esboza el futuro que viene. 

La piedra angular del proyecto seguirá siendo Pep Guardiola. El técnico de Santpedor, primer entrenador en lograr dos tripletes, será el patrón de la nave ‘cityzen’ hasta el 2025, año en el que expira su vínculo. Más dudas surgen a partir de entonces, ya que en las últimas horas ‘The Guardian’ anunció que la decisión sería la de agotar su contrato y entonces cambiar de aires. No sería de extrañar, pues él más que nadie sabe cómo y cuándo marcar los ‘tempos’ y en sus manos suele estar la decisión de seguir o acabar los ciclos. El gran reto marcado desde que se le fichó en 2016 ya se ha completado con la consecución de la Champions. 

Salvo hecatombe, con él deberían seguir las principales figuras sobre las que se sostiene el equipo como Ederson, Rúben Dias, Rodri, De Bruyne y Haaland. También otros futbolistas intocables a día de hoy para Pep como Akanji, Aké, Stones o Grealish que han ayudado a encumbrar al City al nivel que quería el entrenador catalán. En el caso de Stones, sin hueco como defensa, Guardiola lo ha reconvertido en un centrocampista que en la final contra el Inter ya demostró de lo que es capaz en la zona ancha. Con futbolistas como Walker, Foden o Julián Álvarez, con un rol algo más secundario pero vitales para elevar el nivel de la plantilla y mantener viva la competencia, tampoco se esperan novedades. 

Bailan dos titulares

Sin embargo, mucha más incertidumbre hay respecto al futuro de Ilkay Gündogan y Bernardo Silva. Sobre todo con el primero. El capitán ya declaró públicamente que su objetivo no era otro que centrarse en el fútbol hasta acabar la temporada y que después decidiría sobre su futuro. Con el Barça pujando fuerte por sus servicios, su contrato expira el 30 de junio y en sus manos está el poder. Cuenta con una oferta de renovación del City y también otras como la azulgrana para cambiar de aires. 

En el caso del luso, también vinculado al Barça, es distinto. El luso tiene contrato hasta 2025 pero él mismo reconoció tras la final que “no sabía si había jugado el último partido con el City” y echó balones fuera respecto a su futuro. Parece que el PSG es el mejor posicionado para reclutarlo. 

Mahrez, muy importante para Pep desde que llegó, ha perdido protagonismo y esta situación podría propiciar una salida no deseada. Otros jugadores más residuales como Kalvin Phillips o Aymeric Laporte también podrían hacer las maletas y el club no pondría oposición. 

A todo esto, el City tampoco pierde el tiempo y ya medita refuerzos para que el equipo no pierda el hambre de títulos. Kovacic, del Chelsea, y Gvardiol, del Leipzig, son los dos grandes nombres que en Inglaterra ya sitúan en la órbita de los mancunianos. Unas llegadas que, lógicamente, irían vinculadas a las salidas. No hay tregua para el tricampeón.