El repóker de Kubala al Celta en 1951

Kubala festejó así el 3-0 contra el Celta, a muy poca distancia del público de Les Corts

Kubala festejó así el 3-0 contra el Celta, a muy poca distancia del público de Les Corts / VIDA DEPORTIVA

David Salinas

David Salinas

Leo Messi, que el pasado martes recibió su quinta Bota de Oro, es un especialista en superar récords. Posee una colección que ha ido amasando con una asombrosa y regular efectividad. Sin embargo, mitos como Laszi Kubala, todavía aguantan la incontinencia goleadora del argentino en algunas estadísticas, aunque las que no encabeza el rosarino ya empiezan a escasear.

El fenómeno húngaro, por ejemplo, conserva el registro más elevado de un jugador azulgrana en la Liga: 7 goles, que firmó en una tarde de locura contra el Sporting de Gijón (9-0) en Les Corts (10 de febrero de 1952). “Se cansó de marcar goles”, pudo leerse en el semanario ‘Vida Deportiva’.

Kubala, como Messi, también se apuntó un repóker de goles. Y lo hizo tres meses antes de su excepcional actuación ante el equipo asturiano. Leo consiguió el repóquer en la Champions League, frente al Bayer Leverkusen (7-1) la temporada 2011-12 (octavos de final) y Laszi, contra el Celta (6-1) la campaña 1951-52 en partido de Liga, un ejercicio que debido a la alta producción de títulos pasó a la historia como la de las ‘Cinc Copes’.

Cinco goles

La ‘manita’ lograda por Kubala contra el Celta se leyó en clave reivindicativa. El Barça afrontó el partido contra el cuadro gallego herido tras encajar un 5-1 en el campo del Real Madrid. La prensa no tuvo piedad del conjunto azulgrana y, en ‘Vida Deportiva’, por ejemplo, se preguntaron: “¿A qué fue el Barça a Madrid?”. El semanario apuntó que el Barça “careció totalmente de entusiasmo y al primer gol, se dio por vencido”. No fue ninguna sorpresa que el equipo de Daucik fuera silbado al saltar al terreno de juego “por un público que les recibió de uñas”. Coraje y velocidad fue la estrategia empleada por el Barça para volver a ganarse a su afición.

Kubala, en una de sus mejores actuaciones que se le recuerdan, fue el líder de un equipo que se apresuró en cambiar los pitos en aplausos. El húngaro, además de marcar cinco de los seis goles, fue el catalizador del equipo de Daucik. Carlos Pardo, en la crónica para ‘Vida Deportiva’ no regateó elogios para el entonces naciente ídolo azulgrana: “Jugó enormemente, y no solo en puro afán individual, sino también como elemento coordinador, como creador de muy buenos esquemas de ataque, en especial sobre César y Basora”. Agregó que “cinco goles fueron marcados por él y creados por su inconmensurable sabiduría futbolística”.

Críticas pese a la exhibición...

Para ‘Marca’, el Barça “no jugó bien… pero Kubala decidió el partido por su cuenta, marcando cinco tantos”. El diario madrileño, muy crítico pese al 6-1, añadió que “Kubala jugó en plan puramente individual, por su cuenta y riesgo, sin preocuparse gran cosa de sus compañeros de línea. Las cosas le salieron bien esta vez, y marcó de un tirón los cinco primeros goles de la tarde. Pero ya veremos si es capaz de repetir la tarde de eficacia el día que se vea precisado a contar con la ayuda de sus compañeros de línea”.

Tras el partido, Kubala, todavía muy limitado por el idioma, atendió a Del Arco, periodista encargado de redactar la sección “Lo que hay que oír. En el banquillo y en las casetas”. Así fue el diálogo:

-“El héroe había sido Kubala; cinco goles en una tarde es casi un récord. ¿Cuál fue el mejor?

-Eso no lo sé yo, yo estoy ocupado con el partido.

-¿Satisfecho?

-Eso sí.

-¿Celta equipo fácil?

-Todos los equipos son difíciles.

-¿Mucho trabajo hoy?

-Yo preocupado en todos los partidos; y yo estoy preocupado por partido del domingo.

-¡Por Daucik (que estaba resfriado y dijo no haber visto el partido), no te pongas malo!”.

Los goles

Kubala abrió el marcador a los 2 minutos, después de un córner lanzado por Basora ‘peinado’ por César. El segundo, a los 29, de penalti, después de que Sansón derribara al crack dentro del área. Lo ejecutó flojo, dejando clavado al meta Pazos.

El tercero, el más bonito según las crónicas, llegó en el 36 y así se contó en ‘Vida Deportiva’: “Kubala avanza, señala la acción de disparar con la izquierda y engaña a un defensa, largando un tiro con la derecha que el mismo Pazos tampoco esperaba”.

El 4-0, a los 40, lo anotó después de cabecear un centro de Basora. Ya en la segunda mitad, hizo subir el 5-0, otro gol de genialidad: “Avanza, le va a entrar un defensa contrario y hace acción de disparar un tiro potente y por alto, salta el defensa para evitar la supuesta trayectoria del balón y Kubala dispara por bajo los pies del contrario, y Pazos, tapado, no puede evitar el gol”.

El Celta recortó distancias en el 65 por mediación de HermidaBasora, a falta de nueve minutos para la conclusión, estableció el 6-1 final tras un centro de Aldecoa.

Daucik alineó a Ramallets; Martín, Biosca, Seguer; Gonzalvo III, Szegedi; Basora, Kubala, César, Aldecoa y Manchón. Por el Celta jugaron Pazos, Gaitos, Lolín (lesionado en el minuto 22 y quedando desde entonces como extremo derecha), Cabiño; Sansón, Díaz; Atienza, Olmedo, Hermida, Vázquez y Pineda. Arbitró Joaquín Riñones Ochoa.