Descubriendo a Otto Maier

Otto Karl Christian Maier Zeuner (Heidenheim, Alemania, 02.09.1877) fue uno de los once ‘sportmen’ que, capitaneados por Hans Gamper, fundaron el FC Barcelona el miércoles 29 de noviembre de 1899. Se desconoce cómo y cuándo se cruzaron sus vidas pero la pasión que sentían por el deporte, así como sus convicciones religiosas, fueron el nexo de unión y, a partir de ahí, forjaron una amistad que perduró a lo largo del tiempo.

Maier, que debió su nombre de pila al artífice de la unificación alemana, Otto von Bismarck, llegó a Barcelona como representante corporativo de la empresa Hartmann (que todavía existe y en este 2018 celebra su 200 aniversario) con la misión de poner en marcha una novedosa fábrica de apósitos sanitarios. Hijo del comerciante Johann Maier, casado con Regine Zeuner, fue trabajador de Hartmann desde 1891 y el elegido por el dueño para ampliar el negocio en España partiendo desde Barcelona. Un encargo que le alteró la vida: no volvió a residir en Alemania, cambió de nacionalidad y de credo.

El joven Maier, con inquietudes deportivas pese a ser forastero, debió contactar con Gamper en algún centro de cultura física de la ciudad, posiblemente en el Gimnasio Solé, o en algún acto de la comunidad protestante de Barcelona. En Berlín, donde cursó estudios universitarios, ya se introdujo en el fútbol con el FC Britannia (hoy Berliner SV 1892). Tener experiencia y la posibilidad de seguir jugando debió animar a Maier para unirse al llamamiento del suizo. Pero no lo hizo en solitario. Otro de los ‘apóstoles’, Enrique Ducay, del gabinete jurídico de Hartmann en Barcelona, llegó con él, aunque este abogado y consejero-secretario nunca se vistió de corto.  

Empresario líder del sector sanitario

Otto levantó la fábrica en la calle Cortes esquina Luchana (Clot) a finales del siglo XIX y, con los años la fue dotando con las últimas novedades (generadores, electro-motores, calderas autoclaves, transformadores eléctricos estáticos…). Y abrió nuevos mercados, como la fabricación de mobiliario quirúrgico y artículos de ortopedia. Todo cuanto tenía que ver con la cirugía, higiene y salud pública. Fue una firma puntera en farmacia e ingeniería sanitaria.

Azulgrana entre 1900 y 1902

Con el Barça jugó solo 18 partidos entre 1900 y 1902, alineándose de mediocentro o delantero. Firmó siete goles y se proclamó campeón de la Copa Macaya en 1902. Debutó el 28 de enero de 1900 en un amistoso Barça-Català (6-0) e intervino en el primer partido oficial, un Barça-Hispània (1-2) de la Copa Macaya celebrado el 20 de enero de 1901. Se despidió contra este mismo equipo y en la misma competición el 9 de marzo de 1902 con victoria (1-0). El 27 de diciembre de 1900 regaló un botiquín de urgencias, balones y porterías al FC Barcelona. Fue directivo entre 1900 (subcapitán) y 1904.   

El trabajo (solía viajar con frecuencia a Alemania) y la familia fueron distanciando a Maier del fútbol, aunque no de otros deportes como el tenis. En 1907 se casó con Anna Elisabeth Müller (Isabel), berlinesa nacida el 17-07-1885 a la que conoció en 1904 en Barcelona, donde trabajaba de institutriz. Era hija del director de la Fábrica de Pólvora prusiana (en Spandau) Otto Müller y para prosperar aceptó un empleo en el extranjero después de la repentina muerte de su padre, que dejó esposa y cuatro hijos. La boda tuvo lugar en el verano de 1907 en Alemania, aunque la pareja regresó a Barcelona. Tuvieron tres hijos: Rosario, Enrique (Bubi) y María Isabel (Beli).

Su hijo Enrique, un tenista español campeón

Enrique (Barcelona, 1910 – Madrid, 1981) superó a su padre en el plano deportivo. Fue un aventajado jugador de tenis y, entre sus gestas, destacaron los siete campeonatos de España consecutivos (récord vigente) y los triunfos en dobles mixtos (con Elizabeth Ryan) en Wimbledon (1932) y en el US Open, con Sarah Palfrey (1935). El premio económico que se embolsó en el torneo inglés lo destinó a comprarse unos palos de golf, su otra gran pasión. Bubi Maier, que representó a España durante 16 años en la Copa Davis, también trabajó en la empresa familiar. Además, fue seleccionador del equipo Amateur de España y Medalla de Oro al Mérito en golf. Su madrina fue Rosario López, la esposa de Enrique Ducay, y su hermana Beli, igualmente, fue una destacada tenista. La familia Maier residía entonces al lado del Tenis del Turó (ahora RCT Barcelona).

Otto, al estallar la primera Guerra Mundial en 1914, pasó de representante a dueño de la delegación española de Hartmann. Nació entonces Industrias Sanitarias SA. El negocio prosperó y se extendió por Madrid, Sevilla, Valencia... Recibió constantes elogios y la visita de las más altas autoridades, entre ellas la del Rey Alfonso XIII con motivo de la Exposición Universal de Barcelona (1929) o la de los delegados de la Sanidad Española (1925). Otto empleó al hijo mayor de Gamper, Marcel, antes y después de la guerra civil. En marzo de 1952 le fue concedida la Medalla de Plata del Mérito al Trabajo.

Otra teoría de los colores del Barça

Maier fue una persona generosa y responsable, activo y constante en las ayudas a centros hospitalarios, tanto en dinero como en especies. Formó parte del Consejo de Administración del Banco Comercial Transatlántico, nacido en 1950 a partir del antiguo Banco Alemán. Murió en Barcelona a los 88 años, en su domicilio de la Avenida General Mitre a las 19 horas del 6 de octubre de 1965 víctima de una insuficiencia cardíaca.

Siempre mantuvo que los colores del Barça se debían al azul y grana representativos de la marca Hartmann, que a su vez los adoptó de los símbolos de la región de Heidenheim. Así lo relató su hijo Bubi en una entrevista al periodista y cinéfilo Alfonso Sánchez en la sección “Mi Columna” que tenía en el rotativo Informaciones. Un tío de Mercedes Allende, la nuera de Otto, Enrique Allende Allende, fue fundador y primer presidente del Atlético de Madrid, aunque posiblemente nunca lo llegara a conocer dado que murió antes de que se casara su hijo Bubi.