Raphinha, más golpeo que acierto

Raphael Dias Belloli, alias 'Raphinha', dejó sensaciones contradictorias en el encuentro contra el Girona. Por un lado, el brasileño demostró máxima motivación y participación a la hora de intentar marcar diferencias. Y, en parte, lo hizo con su asistencia a Lewandowski. Más allá de eso, a un extremo del Barça se le presupone esa misma cuota de entrega y, además, un mayor acierto. Tanto en el desequilibrio como en las finalizaciones.

Xavi consolida su once tipo en el Barça

Por ahora asentado en el teórico nuevo once de gala, el ex del Leeds llegaba al envite crecido por su buen partido ante el Atlético. En batallas a campo abierto, la electricidad del brasileño suele aflorar. La primera media hora del brasileño fue más que correcta: aplicado en la presión e intentando generar sin esconderse. Fue, sin embargo, su rosca precisa a Lewandowski la que le hizo subir de nota. El golpeo del extremo es privilegiado y sirvió para que el polaco igualara la contienda. Ya son cinco pases de gol para el de Porto Alegre este curso.

Xavi consolida su once tipo en el Barça

Poco a poco, Raphinha fue perdiendo colmillo. Desdibujado al igual que sus compañeros en el tramo final del primer tiempo, el atacante salió de vestuarios con la moral subida. En una falta peligrosísima, el ex del Leeds le ganó un pulso de galones a Lewandowski al asumir la responsabilidad para ejecutar. El disparo se marchó alto y el polaco le reprochó que, a su juicio, esa era claramente una acción para un diestro.

No bajó los brazos Raphinha, que acto seguido probaría a Gazzaniga con un duro pero centrado latigazo desde la frontal. Poco después, falló un control relativamente sencillo que le habría dejado en un mano a mano ante el arquero. Esa acción indicaba que al '11' empezaba a faltarle fuelle, algo que también vio Xavi Hernández.

Desaprovechó una 'fiesta' propicia para él

Pasada la media hora, el técnico dio entrada a Lamine Yamal en lugar del brasileño, que lo dejó todo en el campo pero no acaba de consolidarse en el volátil honor de extremo derecho titular del supuesto once de gala.

La marca que busca el Barça contra el Girona

La de este domingo era una 'fiesta' de las que le gustan: un correcalles con espacios repleto de transiciones. Sin embargo, y sin hacer un mal partido, Raphinha logró un aprobado gracias a su asistencia más que a su capacidad de desborde. Es eso último lo que se le pide por encima de todo. Más aún teniendo en cuenta que el encuentro frente al Girona favorecía y mucho sus características. Porque, en estático, que son gran parte de los partidos, el ex del Leeds sufre reiteradamente.