García Castany: fútbol y estudios

De juego distinguido y vertical, cumplió lo prometido a su padre: licenciarse en Derecho. El Barça no creyó en él y brilló en el Zaragoza

Se casó con Inma Cabecerán, la fundadora del equipo femenino del FC Barcelona

Pau García Castany posando con la camiseta del FC Barcelona en el Camp Nou

Pau García Castany posando con la camiseta del FC Barcelona en el Camp Nou / Seguí - FCB

David Salinas

David Salinas

Con Pau García Castany, fallecido el pasado 15 de junio en Barcelona, se fue un interior derecho técnico, versátil y batallador que defendió la camiseta del FC Barcelona en 16 partidos, entre 1969 y 1971. La juventud, la escasez de oportunidades y el servicio militar apartaron a García Castany del Camp Nou y lo llevaron hasta La Romareda. En el Zaragoza, donde permaneció ocho temporadas, se dio el gusto de brillar con su fútbol exquisito y efectivo junto a los 'zaraguayos', aunque, como decía, les faltó “algún título” para quedar anclados en la historia.

Nacido el 30 de agosto de 1948 en Girona, García Castany se formó en el filial rojiblanco (La Salle) y despertó el interés del Barça por formar parte de la selección catalana juvenil. Su padre, Pablo García Del Amo, médico y presidente del Girona entre 1952 y 1956, se opuso a que su hijo se dedicara al fútbol y, como recordó él mismo en el libro 'Testimonis en blanc-i-vermell' de los periodistas Marc Brugués, Jordi Roura y Marc Verdaguer, “hice las pruebas con la selección juvenil sin que mi padre lo supiera”.

Tras el alboroto, las aguas volvieron a su cauce. Su progenitor aceptó que se adentrara en el fútbol si estudiaba una carrera. Y así lo hizo. Se lo prometió. Pau escogió el fútbol y el Derecho. También cursó Turismo y unos años de Periodismo. Ingresó en el Barça Juvenil (1964) para pasar después por el Condal (1966-67) y alinearse en 24 amistosos con el primer equipo entre abril de 1966 y septiembre de 1969. En este tiempo, entre otoño e invierno de 1966, se desplazó a Inglaterra con permiso del Barça para perfeccionar su inglés y, con la ayuda de Emilio Aldecoa, ex del Barça que pasó por el fútbol británico, jugó en el reserva del Birmingham.

Con el filial descendido, García Castany fue cedido a Osasuna (1967-68). En Pamplona fue titular indiscutible (lo jugó todo) y coincidió con Ricard Escolà, hijo de una leyenda azulgrana, Josep Escolà, el 'catedrático del fútbol'. De regreso a Barcelona, Salvador Artigas, entrenador barcelonista, no contó con sus servicios y volvió a salir cedido en octubre, ahora al Calvo Sotelo (1968-69). Jugó 27 partidos y anotó seis goles. En Puertollano coincidió con Ramon Alfonseda −presidente de la Agrupació de Jugadors del FC Barcelona− y Carles Enric Feliu, hermano de la cantante Núria Feliu.

La temporada 1969-70 regresó al Camp Nou y experimentó el sueño del debut: el 1 de octubre de 1969, en Dinamarca, contra el Odense (0-2) en partido de la Copa de Ferias. Artigas, sin embargo, apenas contó con él. La competencia era feroz: Marcial, Zabalza, Castro, Fusté, Juan Carlos... Además, los cambios en el banquillo, después pasaron Josep Seguer y Vic Buckingham, tampoco lo ayudaron. En la siguiente campaña tocó fondo. El técnico inglés solo lo alineó en cuatro duelos.

El Zaragoza

El servicio militar lo llevó a Aragón y volvió a jugar en calidad de cedido. Compaginó sus deberes militares con el fútbol y ayudó al equipo maño, en Segunda, a recuperar la máxima categoría (1971-72). En La Romareda jugó hasta el curso del descenso (1976-77). Allí entró en el imaginario ‘blanquillo’ por su fútbol de altos quilates, sus llegadas al área, por alinearse junto a los paraguayos Ocampos, ‘Lobo’ Diarte, Nino Arrúa, Soto, Blanco… y por alcanzar la capitanía. También por una racha de 42 partidos de Liga sin morder el polvo en casa, entre marzo de 1973 y septiembre de 1975.

García Castany vivió grandes tardes en el Zaragoza bajo las órdenes del gallego Luis Cid ‘Carriega’. El 5 de noviembre de 1972 batió en tres ocasiones al entonces inexpugnable ‘Chopo’ Iríbar en un Zaragoza-Atletic (3-2) de Liga y, en otra, el 30 de abril de 1975, firmó un hat-trick en un Zaragoza-Real Madrid (6-1), también de Liga. Siempre entendió que la meta en el fútbol era el gol y nunca dejó de ir a por él, aunque no actuara en punta. “No puedes contentarte con un trabajo concreto en el campo”, decía. También marcó dos goles al Barça (2-2) el 18 de noviembre de 1973, el día del debut de Migueli

El ocaso

La carrera del gerundense cambió de rumbo el 22 de agosto de 1978. Una lesión en la rodilla (ligamentos cruzados) durante un partido de pretemporada contra el Trepça lo apartó del fútbol durante un año y medio. Pasó por el quirófano el mismo día que cumplió 30 años. Fue honesto con el Zaragoza y consigo mismo y regresó a Girona. No quería que le pagaran por no jugar. García Castany no se rindió y, pese al tiempo de inactividad y dos visitas al quirófano, regresó. Y lo hizo para jugar en casa, en el Girona (1980-81), aunque no en un estado óptimo. Tenía 32 años.

Continuó en la pelea y alargó su pasión en el Banyoles hasta el curso 1983-84. En su ocaso deportivo se reconcilió con el fútbol al vivir dos ascensos consecutivos. Colgó las botas con 35 años. 

Entregado a la abogacía en temas de extranjería y a su familia, no pudo negarse a entrenar al Blanes femenino, el equipo en el que jugaba de portera su hija Ana y que salvó del descenso. Nacida en Zaragoza, Ana se inició en el fútbol en el Vidreres junto a su hermana Patricia, siguiendo los pasos de su madre, Inma Cabecerán, pionera y fundadora del fútbol femenino del Barça. Una cosa llevó a la otra y Pau se convirtió en un clásico de los banquillos de la comarca: Lloret, Salt, Farners, Cassà y Girona (femenino). Falleció el pasado 15 de junio, a los 73 años, después de luchar, como siempre hizo, contra una implacable demencia degenerativa.