Ganar, ganar o ganar en el primer 'match ball' de la temporada

El futuro europeo del Barça se decide en 90’ que marcarán el rumbo de este curso

Xavi es consciente de que hubo errores en el planteamiento de Milán y ha trabajado a fondo la pizarra estos días

Xavi: "Tiene que ser una noche mágica"

Xavi Hernández reconoce que el equipo está en una situación incómoda después de las dos derrotas en Champions / EFE

Sergi Capdevila

Sergi Capdevila

Cuando el pasado 25 de agosto el exmadridista Hamit Altintop y el exbarcelonista Touré Yaya empezaron a sacar bolitas dibujaron un panorama muy exigente para el Barça. El “grupo de la muerte”, para muchos, de aquel sorteo de primera fase de Champions. Tres campeones de Europa en los últimos tiempos, juntos. Tres gigantes del viejo continente en busca de dos plazas. 

Xavi y los suyos eran conscientes de que iba a tocar ir paso a paso, crecer como equipo e intentar sacar los resultados. Tras la goleada inicial ante el Viktoria Plzen (5-1), la derrota ante el Bayern dejó un sabor agridulce. Rabia por el resultado, pero esperanza por las ocasiones creadas y la imagen dada. ‘Inputs’ positivos que había que refrendar en el Giuseppe Meazza en la tercera jornada. Momento de dar la ‘estocada’ y dejar grogui al Inter. Nada más lejos de la realidad. Ni buenas sensaciones. Ni capacidad para generar peligro. Ni goles. Derrota frente a un cuadro ‘nerazzurro’ al que le bastó con orden defensivo y un fogonazo. 

TRABAJAR BAJO PRESIÓN

El escenario actual, mal le pese a Xavi y al barcelonismo, es bastante más apocalíptico de lo que se hubiera deseado. Después de sumar 3/9, al Barça solo le vale ganar esta noche al Inter en el Camp Nou. Ganar, ganar y ganar, como dijo en su momento el gran Luis Aragonés en una arenga que quedará ya para los anales. Un ‘match ball’ en toda regla que puede generar cierta ansiedad o presión en el vestuario. Una prueba de fuego prematura para este nuevo Barça de Xavi. “Claro que hay presión y dificultades pero lo vamos a afrontar siendo valientes, personalidad, no nos queda otra”, dijo el egarense ayer al respecto.

VUELTAS A LA PIZARRA

En un calendario tan comprimido y habiendo jugado hace poco más de 48 horas en Liga (el Inter tendrá 30 horas más que el Barça para preparar el choque, puesto que jugó el sábado a las 15h), no ha podido preparar el duelo como hubiera deseado su técnico. Eso sí, en su cabeza viene repasando y dándole vueltas a los errores que cometió el equipo en la capital lombarda. La apuesta por Raphinha por dentro y Marcos Alonso como dueño del carril izquierdo no dio resultado. Tampoco fue capaz el equipo de conectar con Lewandowski ni de penetrar la muralla italiana. Los tres centrales (Bastoni, De Vrij y Skriniar) anularon y cortocircuitaron al polaco. Se abusó de Dembélé ante la falta de ideas. 

Frenkie de Jong podría ser la principal novedad en un once que, quizás, nos deja un cambio de dibujo. Con la experiencia negativa de la ida y esperando un Inter aún más encerrado si cabe, el 3-4-3 gana enteros. Entre ese sistema o el clásico 4-3-3 está el asunto. Aunque está segunda opción significaría apenas introducir el cambio obligado de Piqué por Christensen en el eje de la zaga. Veremos. Ganar y reflotar los ánimos antes del clásico son los objetivos indivisibles para una noche que debe marcar un antes y un después.