Ferran Torres lidera la transformación en ataque del Barça

El valenciano emerge como salvador del equipo justo cuando más dudas había respecto al proyecto de Xavi

La capacidad del '11' para atacar los espacios redibuja la forma de atacar del elenco azulgrana

FC Barcelona - Betis | El segundo gol de Ferran Torres

Toni Juanmartí

Toni Juanmartí

A lo largo de una temporada, todo jugador tiene su momento y este es el de Ferran Torres. El valenciano, tantas veces en el punto de mira, 'explotó' definitivamente en el Benito Villamarín con un hat-trick y una asistencia que culminan su particular remontada. En verano hubo quien lo quería fuera y solo medio año después el de Foios ya ha pasao de villano a héroe. En un equipo encallado en ataques estáticos, la capacidad de Ferran para atacar los espacios abre una nueva vía respiratoria para el elenco de Xavi.

La resurrección de Ferran venía cociéndose a fuego lento. A modo goteo. Antes del envite frente al Betis ya era el segundo máximo realizador de la plantilla, pero sus críticos insistían en relacionar sus óptimos números con acciones de acierto aisladas. Este domingo, sin embargo, la fe inquebrentable de Torres en su propio fútbol derivó en una erupción de fútbol total. Su mejor tarde como culé sirvió para mantener al Barça vivo en Liga y, de paso, para callar bocas. 

Con ya 11 goles en lo que va de curso y una media de gol o asistencia cada partido completo jugado en Liga, el apodo de 'tiburón' ha dejado de ser objeto de mofa. En el fútbol, como en la vida, quien la sigue la consigue y Ferran lleva muchos meses persiguiéndola. Por cierto, este último verano sí pudo hacer una pretemporada a tope sin problemas físicos como sí ocurrió en 2022.

Pieza innegociable en lo que va de 2024

Pero la irrupción estelar de Ferran en este 2024 vale el doble porque en este inicio de año parece el único jugador de la plantilla en fuego. Titular en todos y cada uno de los envites disputados, el de Foios inició la remontada en Las Palmas. El pasado jueves, apagó el incendio en Salamanca empatando justo al borde del descanso. Y este domingo, frente al Betis, su colosal actuación llena de confianza a un grupo que buscará en San Mamés un despegue sólido y creíble.

La importancia de su perfil va más allá de su momento de forma. A lo largo de esta temporada, Xavi ha admitido varias veces los problems de sus pupilos para atacar en estático. Falta pausa y seguramente ideas. Sin embargo, este Barça sí ve la luz en partidos rotos en los que hay espacios por explotar. Otra cosa es la capacidad para tener mayor o menor acierto en las áreas. Pero la productividad del equipo se multiplica en partidos de ida y vuelta

Ferran Torres festeja uno de sus goles en el Villamarín

Ferran Torres festeja uno de sus goles en el Villamarín / AP

El cuerpo técnico pide 'explotar' la vía Ferran

El cuerpo técnico lo ha detectado e insiste más que nunca en castigar la espalda de la zaga rival. Y ante tal deseo, Ferran Torres se convierte en un arma esencial. Dominador de los tempos para atacar el espacio en el momento oportuno, el '11' se está hinchando a generar peligro a partir de desmarques en profundidad. Se vio en el 0-1 y el 2-4 contra el Betis, pero también en Porto, contra el Cádiz, ante Unionistas... 

La nueva forma de atacar del Barça también sonríe a perfiles como los de Lamine y Joao Félix, disfrutones a campo abierto gracias a su verticalidad. Así las cosas, Xavi trata ahora de unir las dos piezas del puzzle. ¿Cómo encajar el control que pretende en medio campo con electricidad en los metros finales? Seguramente, atrayendo a rivales en la medular para generar los espacios suficientes a la espalda de la defensa. Más toques en el último tercio de campo no es sinónimo de más peligro. De hecho, las 11 dianas de Ferran han llegado con solo 23 toques. Es decir, una media de solo dos toques por gol. Pim, pam, pim. Sencillez al poder.

De extremo a segundo punta

Aunque llegó a Barcelona como extremo, el ex del Manchester City ha ido decantando la balanza hacia un segundo punta. Pese a partir desde un costado, el 'tiburón' ataca mejor cuando abandona la cal para oler la sangre desde el carril central, donde ataca las espaldas como coser y cantar. Y todo esto sin bajar ni un ápice su implicación defensiva a la hora de morder sin balón.