El 'tiburón' Ferran no se deja robar la ilusión de luchar esta Liga

No le servirá para recortar puntos, pero la tarde de este domingo puede tener un valor incalculable para el Barça. En solo tres minutos, Isco hizo saltar por los aires el 0-2 de un buen elenco de Xavi. En el tramo final, ambos equipos se lo jugaron a la ruleta rusa. Salió el '14' de Joao Félix, que en el minuto 90 obró el 2-3 cuando los catalanes parecían decir adiós a la lucha por el título. Ferran, con un hat-trick y una asistencia, completó una antológica actuación que permite al Barça mantenerse a siete puntos del Real Madrid, indiscutible protagonista del domingo tras derrotar a un Almería atracado por Hernández Maeso en el Bernabéu.

La tarde prometía en Heliópolis. El Betis juega y deja jugar, por lo que se presuponía un envite de ida y vuelta. Valiente, Xavi se la jugó con Pau Cubarsí, que a sus 16 años debutaba con el Barça en Liga. No tardó el choque en exhibir que podía ser un divertido correcalles.

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Fueron los locales los primeros en amenazar al perdonar Luiz Enrique un mano a mano con Iñaki Peña. El brasileño intentó una picadita que se marchó alta cuando el meta estaba ya vendido. Justo después, Pedri controlaba dentro del área en posición inmejorable pero enviaba alto el cuero al tratar de sorprender por arriba a Rui Silva. En el banquillo, Xavi aplaudía porque veía que esta vez el fútbol sí les fluía a sus pupilos. En pleno vaivén de transiciones, Pedri recibió en el interior del área y habilitó a Ferran, que en posición de '9' empujó al fondo de las mallas.

El tanto desordenó a los andaluces y Lamine estuvo cerca de aprovecharlo. En una jugada muy Messi, la rosca del joven extremo al palo largo golpeó la madera. Y justo después, el VAR anuló por fuera de juego una diana de Lewandowski, que había anotado a placer tras caerle a Ferran un rechace en el interior del área. Los azulgranas olían la sangre, pero se fueron al 'break' solo con ventaja por la mínima.

Pellegrini movió ficha durante el descanso para reactivar a su elenco, que venía perdiendo fuelle desde el tanto de Ferran. Sin embargo, su doble cambio quedó en papel mojado en tan solo 180 segundos. Fue lo que tardó Ferran en volver a hincar el colmillo. La madera escupió un centro de Lamine y, de nuevo en posición de ariete, el valenciano no perdonó.

Isco resucita al Betis

Tras cinco minutos de luto, el Betis volvió a la carga con varios centros peligrosos que obligaron a Iñaki Peña a intervenir. Fekir avisó con un chut potente. Antes de que los de Xavi pudieran aplicar anestesia, Heliópolis volvió a rugir con el gol de Isco. De rechaces andaba la tarde y el andaluz apareció para fusilar a Iñaki desde el punto de penalti. Para este Barça no hay tarde tranquila. Quedó claro cinco minutos después, cuando de nuevo Isco certificó la resurrección del Betis. Su 'picadita' a Iñaki, que se quedó a media salida una vez más, la anuló en primera instancia el asistente, pero el VAR dictó sentencia. Vuelta a empezar.

Picado en el orgullo, el Barça se reactivó pero para entonces los verdiblancos ya habían corregido desajustes. Nadie puede morir dos veces, de ahí que los de Pellegrini empezaran a mostrarse liberados. A fin de cuentas, lo tenían perdido con 0-2 y de repente se veían con opciones de ganar.

Con las espadas en alto, Ferran envió alto un disparo desde la frontal. No había tregua ni tampoco centro del campo. Vitor Roque tampoco atinó al anticiparse en un centro al primer palo. A campo abierto, Luis Henrique hacía lo que quería pero sin poder finalizar.

Joao Félix, sobre la bocina

La bola de la ruleta rusa siguió girando hasta pararse en el '14' de Joao Félix. En el 89', el luso recibió en el balcón del área y definió con maestría con el exterior de la bota. Nada pudo hacer Rui Silva para frenar un tanto que supuso el éxtasis en el lado azulgrana. Ese gol agarraba a los de Xavi a LaLiga tras una segunda parte de locura total. En realidad, todo había cambiado para que no cambiara nada.

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Ya en el añadido, y con el Betis entregado, Ferran culminó su antológica actuación al definir con mucha clase una contra letal ante Rui Silva. Todo el banquillo del Barça saltó al césped como si de un título se tratara, señal de lo mucho que necesitaba el grupo una victoria de tal índole. Los catalanes estuvieron al borde de despedirse de la lucha por el título, pero salvaron sobre la bocina el 'match-ball'. La mentalidad de tiburón tuvo premio gordo.