Brahim y la unidad B del Real Madrid destrozan a un Granada sin consuelo

La peor de las noticias para el Granada llegó solo dos horas antes de recibir al Real Madrid. Lo que en otras circunstancias hubiera sido una fiesta en las gradas se convirtió en el funeral de un equipo descendido matemáticamente. Aun así, los de Sandoval tuvieron una buena puesta en escena contra la unidad B del Real Madrid... hasta que Brahim se puso a jugar. Es de difícil explicación la suplencia del malagueño, pues atesora muchísimo fútbol en sus botas. Posiblemente, esta exhibición tampoco le dé para ser titular en la final de la Champions League.

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Pasillo al campeón

Carlo Ancelotti anunció rotaciones masivas y los que recibieron el pasillo de campeón por parte de los jugadores del Granada al saltar al terreno de juego fueron los menos habituales. Encabezados bajo palos por un Courtois decidido a llegar a Wembley como el portero titular. Su paradón a los 20 minutos tras una peligrosa prolongación de cabeza de Bruno Méndez fue su manera de reivindicarse. Minutos más tarde, se jugó la roja en una desesperada salida con golpe incluido a Józwiak, pero González Fuertes se desentendió de la acción.

Ancelotti ni se incomodaba desde el banquillo, muy tranquilo, y al Real Madrid hasta le costó desperezarse. Pero cuando lo hizo, fue arrollador. Fran García quiso tener también su cuota de protagonismo y fue quien inauguró el marcador en una jugada iniciada por Brahim desde la otra banda. El ex del Rayo Vallecano arrancó después la moto por la banda izquierda y asistió a Güler para el 0-2. El turco, que mostró destellos de su clase, controló con la derecha y chutó raso y colocado con la zurda.

Golazo de Brahim

La afición del Granada, que aplaudió a su equipo, pero pidió la dimisión de la directiva en varias ocasiones, se llevó el golpe definitivo en el arranque de la segunda mitad. Brahim, cerquita de su casa, sacó a relucir la varita mágica. Se giró y recogió el balón en el centro del campo para avanzar y sortear a todos los rivales que le salieron al paso y batir, de tiro raso, a Batalla. Un golazo.

El malagueño no tuvo suficiente con esta acción y fue el autor del cuarto, tras revolverse con toda tranquilidad dentro del área y resolver con la zurda un pase medido de Modric.

Quien se quedó esta vez sin marcar fue Joselu, el héroe de la Champions, a pesar de que tuvo ocasiones para incrementar su cuenta goleadora. En definitiva, fue un partido extremadamente plácido para el Real Madrid, que empezó con un pasillo de reconocimiento y continuó con todas las facilidades del mundo por parte de un Granada sin consuelo a sus penas. Para no haber, no hubo ni añadido. La mejor decisión de González Fuertes.