El Nápoles recorta distancias con un discutible penalti cometido por Rakitic

Insigne anotó el único tanto del Nápoles

Insigne anotó el único tanto del Nápoles / MEDIAPRO

David Rubio

David Rubio

La primera parte estaba siendo extraordinaria para el Barça a nivel de resultado, ya que tras el tanto de penalti de Luis Suárez se había situado 3-0 y obligaba al Nápoles a marcar tres goles para pasar.

Sin embargo, las sensaciones del equipo eran un poco extrañas por los serios <strong>problemas físicos que atravesaba Leo Messi tras la brutal patada involuntaria que le propinó Coulibaly</strong> en la referida jugada del penalti.

El equipo que dirige Gennaro Gattuso aprovechó esa indecisión azulgrana y se lanzó al ataque ya en el tiempo de descuento de una primera mitad en la que <strong>el colegiado también anuló un gol a Messi por unas manos previas que solo vieron en el VAR</strong>.

En ese tiempo extra, Ivan Rakitic fue con fuerza a despejar un balón dividido dentro del área, pero calculó mal y terminó derribando a al belga Dries Mertens y Cuneyt Cakir no se lo pensó dos veces.

El turco no se lo pensó un instante a pesar de que la jugada no era del todo clara y ni siquiera fue a comprobarla al VAR pese a que Sergi Roberto se lo pidió encarecidamente.

Una pena, puesto que el croata estaba realizando un magnífico encuentro, multiplicándose en tareas defensivas y aportando en la construcción junto a un inspirado De Jong.

Además, el subcampeón del mundo fue el encargado de lanzar con maestría <strong>el córner desde el perfil izquierdo que permitió a Lenglet abrir la 'lata'</strong> y situar el 1-0 para cambiar un partido que había empezado con dominio y ocasiones napolitanas.

Así las cosas, Lorenzo Insigne tenía ante sí la posibilidad de volver a meter en el partido al Nápoles con toda la segunda parte por delante y no la desaprovechó.

En la penúltima acción de la primera parte, el italiano situó el 3-1 en el marcador... e incluso pudo ser peor, puesto que Callejón tuvo en sus botas el 3-2 al borde del pitido final.

Por tanto, habrá que ver cómo salen los dos equipos del vestuario y si el Barça retoma el control del encuentro o en Nápoles consigue dominar como lo hizo en los primeros minutos antes del referido 1-0.