Avance médico

Un macroestudio revela que las jóvenes con cáncer de mama de alto riesgo pueden someterse a técnicas de fertilidad

Una investigación en la que han participado casi 5.000 mujeres revela que es segura la reproducción asistida antes de empezar el tratamiento y no hay riesgo de recaída

Estudio de un cáncer de mama.

Estudio de un cáncer de mama.

Patricia Martín

Una de las múltiples preocupaciones de las mujeres que reciben el mazazo de saber que tienen cáncer de mama antes de los 40 años es si podrán ser madres, sobre todo si no han tenido ningún hijo, dado que los tratamientos contra las células cancerígenas pueden detener el funcionamiento de los ovarios e impedir la gestación. Pero un macroestudio a nivel mundial, que ha analizado datos de casi 5.000 mujeres, en 78 centros oncológicos, durante 20 años, indica que pueden someterse a técnicas de reproducción asistida antes de empezar el tratamiento y, de esta forma, incrementar sus posibilidades de ser madres con posterioridad, incluso las mujeres que tienen genes que aumentan el riesgo de padecer cáncer y recaídas.

El estudio, presentado en ESMO Breast Cancer 2024, el congreso europeo sobre cáncer que se celebra entre el 15 al 17 de mayo, indica que los tratamientos de fertilidad tampoco tienen consecuencias negativas en los embarazos de estas pacientes ni en sus bebés.

“Este estudio aporta la primera prueba de que el uso de procedimientos de fertilidad es seguro en mujeres jóvenes con alteraciones de los genes BRCA1 o BRCA2, que aumentan el riesgo de desarrollar cáncer de mama y otros tipos de cáncer", explica Matteo Lambertini, profesor asociado y consultor de Oncología de la Universidad de Génova y del Hospital IRCCS Policlínico San Martino de Génova (Italia), en la presentación del estudio.

Las mutaciones en dichos genes implican mayor riesgo de padecer cáncer de mama y ovario y a edades más tempranas que las personas que no tienen dicha variante. Su origen es, mayoritariamente, hereditario y se conocen coloquialmente como el ‘gen de Angelina Jolie, dado que la actriz se sometió a una cirugía preventiva para extirpar completamente los senos tras descubrir que tenía dicha mutación.

En Europa se diagnostican alrededor de 557.000 tumores de mama al año, 34.000 en mujeres menores de 40 años; de ellas, entre el 10% y 15%, tienen mutaciones BRCA

El estudio

En Europa se diagnostican alrededor de 557.000 tumores de mama al año, 34.000 en mujeres jóvenes menores de 40 años. De ellas, entre el 10% y 15% tienen mutaciones BRCA. Dado que la incidencia de cáncer de mama con esta mutación en personas jóvenes no es alta, se ha recurrido a centros de todo el mundo para poder reclutar un número suficiente de participantes en el estudio.

Así, se ha podido comparar la evolución en 107 pacientes que se quedaron embarazadas con técnicas de reproducción asistida y 436 que concibieron de forma natural. Los resultados muestran que no hay diferencias significativas en la recurrencia de cáncer de mama entre unas y otras, después de someterles a pruebas durante algo más de cinco años tras el embarazo. El estudio tampoco encontró diferencias importantes en la gestación o el desarrollo posterior de los bebés.

"El hallazgo aporta una información realmente tranquilizadora para las pacientes jóvenes que desean ser madres y es muy útil en la práctica clínica"

Ann Partridge

— Coautora del estudio

El hallazgo aporta una información “realmente tranquilizadora” para las pacientes jóvenes con cáncer de mama y que desean ser madres y es “muy útil” en la práctica clínica, puesto que los médicos podrán aconsejarlas a la hora de tomar decisiones sobre su fertilidad, indica Ann Partridge, catedrática de Harvard, vicepresidenta del Instituto Oncológico Dana-Farber, oncóloga del Hospital Brigham and Women's de Boston (Estados Unidos) y coautora del estudio.

Los tratamientos de fertilidad

La forma habitual para preservar la fertilidad en estas pacientes consiste en congelar sus ovocitos o embriones antes de iniciar el tratamiento del cáncer de mama, pero estas técnicas suele implicar el uso de fármacos que aumentan los niveles de estrógeno. De ahí que exista una preocupación en la comunidad médica sobre si estos tratamientos de reproducción, sobre todo en pacientes con mutaciones en los genes BRCA, aumentan el riesgo de cáncer sensible a las hormonas o incrementa la posibilidad de recaída.

A partir de ahora, “a la luz de estos resultados, cuando asesoremos a una mujer con dichas variantes, podremos discutir con ella, con seguridad, el uso de la preservación de la fertilidad antes de iniciar el tratamiento, sin mayor preocupación”, explica Lambertini, quien se muestra convencido de que el hallazgo tendrá implicación inmediata en la práctica clínica.

Este estudio se suma otro avance importante para las pacientes jóvenes que desean ser madres: una investigación que hace justo un año demostró que las enfermas pueden pausar su tratamiento contra el cáncer durante un máximo de dos años para buscar el embarazo y este paréntesis no aumenta el riesgo de recaída.