Del vuelo de Marcos al de Mathieu

El gol de Jérémy Mathieu en Balaídos, salvando las diferencias estéticas y las circunstancias deportivas, recordó al de Marcos Alonso en la final de la Copa del Rey contra el Real Madrid en La Romareda el 4 de junio de 1983. Dos vuelos, dos suspensiones en el aire, para rematar un balón ganador al fondo de la red adversaria.

Mathieu voló para anotar el 0-1 contra el Celta en el partido de la 29ª jornada de la Liga BBVA 2014-15 y Marcos desafió la ley de la gravedad para firmar un gol que valió una Copa del Rey. Ambos fueron goles tardíos (minutos 73 y 89), pero celebrados efusivamente por el barcelonismo.

Ambos tuvieron la particularidad de que se originaron desde la banda izquierda. El primero después de un centro milimétrico de Julio Alberto. El segundo, después de un servicio de falta botado con precisión quirúrgica por Xavi Hernández.

Lo cierto es que los dos goles permanecerán en la memoria del barcelonismo y el de Mathieu, entrará en la galería de recuerdos del buen aficionado como el que firmó el rumano Gica Hagi, también en Balaídos, desde el centro del campo.

Fue el tercer gol de Mathieu con la camiseta del FC Barcelona. El primero lo anotó en el partido de Copa ante el Elche, de falta, y los otros dos de cabeza en partidos de Liga, contra el Real Madrid y Celta de Vigo.