¿Por qué el Barça no fichó a Haaland?

Erling Haaland es uno de los grandes protagonistas de la presente edición de la Champions, en la que se ha convertido, tras sus cinco goles al RB Leipzig, en su máximo goleador con diez tantos. El noruego, además, lo logró en poco más de una hora de partido, convirtiéndose en el futbolista que más goles ha marcado en un solo partido de la competición junto a Leo Messi, que lo había logrado ante el Bayer Leverkusen, otro conjunto alemán. Ambos lo han hecho con el mismo técnico, Pep Guardiola. De hecho, ambos podían haber compartido club, aunque para ello deberían haberse dado muchas circunstancias.

Una de ellas, que a Leo Messi no le mostraran la puerta de salida cuando el Barça rompió el acuerdo de renovación que había alcanzado con el futbolista argentino; la otra, que el club hubiera aceptado las altas pretensiones económicas que el entorno de Haaland habían puesto sobre la mesa para que su fichaje hubiera podido efectuarse. El hoy delantero del Manchester City era el primero de la lista para reforzar la posición de delantero centro.

El Barça intentó de todas las maneras convencer al jugador de que su llegada al Barça sería un enorme revulsivo para la entidad y de que el proyecto que estaba arrancando de la mano de Joan Laporta en la presidencia y Xavi Hernández en el banquillo iba a tomar forma rápidamente, que LaLiga era el principal objetivo, pero que con él podían aspirar también a cotas más altas a nivel europeo.

Reunión secreta en Múnich

De hecho, el técnico viajó junto a Jordi Cruyff para reunirse con el futbolista noruego. Fue a principios de marzo de 2022 cuando entrenador y director deportivo se desplazaron a Múnich para mantener un encuentro con Haaland. Allí le explicaron, sobre todo, el proyecto deportivo, clave para el fichaje, aunque, al parecer, no tanto como el tema económico.

Y es que Laporta, por su parte, se había visto en varias ocasiones con su entonces representante, Mino Raiola, tristemente fallecido en abril de 2022. Se Se reunieron en Barcelona, pero también en Mónaco. La idea del presidente era convencer por un lado a su agente y que Xavi y Cruyff hicieran el resto por su parte. No hubo manera porque las altas comisiones que solicitaban desde el bando de los Haaland hacía inviable la operación.

Su padre, Alf-Inge Haaland, quería para él solito más de 30 millones de euros, mientras, que, obviamente, la agencia de Raiola también pedía su parte, como el jugador. Además, había que hacer frente al traspaso para sacarle del Borussia Dortmund, que ascendía a casi 60 millones de euros. Junto a su salario, el montante total superaba los 300 'kilos', una cifra inalcanzable para la maltrecha economía culé.