El Barça, focalizado en el clásico

Una vez ‘liquidada’ la fase regular de la Euroliga y habiendo acabado como líderes, los jugadores del Barça ya solo tienen un pensamiento en su mente: el Real Madrid y su visita este domingo al Palau.

El clásico es el próximo gran reto y Sarunas Jasikevicius quiere máxima concentración para afrontar un duelo que llega tras una intrascendente derrota, pero de la que el mister azulgrana salió muy decepcionado.

La falta de concentración y de actitud de algunos jugadores en la derrota ante el Maccabi por un escandaloso 80-104 molestó muchísimo al técnico lituano, quien no dudó en señalar a los jóvenes a los que les recriminó “falta de esfuerzo y saber sufrir” en la pista y aseguró que lo que vio ante el conjunto israelita fue “decepcionante”.

Sin concesiones

Las consecuencias de la derrota europea en el Palau no tendrían por qué ser notables. Sobre el papel, pese a la mala imagen ofrecida, no tendría que afectar a la confianza del equipo, pues el técnico azulgrana dio muchos minutos a la segunda unidad y a los jóvenes para dar descanso a sus hombres fuertes. Incluso no se vistieron ni Nico Laprovittola ni Kayle Kuric, dos jugadores que están llamados a ser clave en el duelo ante el Madrid de mañana (18.30 horas).

El Madrid no gana al Barça desde la Supercopa en Septiembre

Pero la luz roja de alarma se encendió en modo aviso para navegantes y convirtiéndose una clara señal de que hay que ponerse las pilas de cara al duelo en el Palau ante un Madrid que vendrá con ganas de amargar la tarde a los azulgranas, a quien no ganan desde el ya lejano 12 de septiembre en partido de la Supercopa (83-88).

El Barça le tiene totalmente tomada la medida al cuadro de Pablo Laso, que ha perdido en los últimos cuatro enfrentamientos frente a los azulgranas, pero nunca hay que dar por perdido a un Madrid que si bien no está pasando por un buen momento y llega al Palau tras dos derrotas, también lo es que puede reaccionar y dar un disgusto a los culés.

Jasikevicius está pendiente de la evolución de Brandon Davies, el único ocupante de la enfermería que podría obtener el alta de cara al clásico, pero no se arriesgará lo más mínimo con él.